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La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

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7

J

amie llevaba durmiendo una media hora en una de las salas de descanso del

personal cuando un mensaje le avisó de que el equipo del CDC había llegado

del aeropuerto en una estruendosa caravana de luces azules y sirenas ululantes.

A través de la ventana, vio que los primeros fulgores del amanecer teñían el

cielo de Beacon Hill de un resplandor rosáceo. Estaban a finales de septiembre,

uno de sus meses favoritos, cuando los días aún eran lo bastante cálidos para

llevar manga corta, pero las noches eran frescas y vigorizantes. Cuantío Emma

era más pequeña, septiembre era también su mes favorito. Era la época en que

recogían manzanas en el campo y rastrillaban las hojas caídas, que luego apilaban

en grandes montones en el patio trasero. A Emma incluso le gustaba volver a la

escuela y escribir su redacción sobre lo que había hecho durante el verano.

¿Qué había sido de aquella niñita dulce? Sus amigos psicólogos describían su

comportamiento como de oposición desafiante. Él lo llamaba ser una borde.

Tenía que hablar con ella antes de que tomara el autobús escolar. La llamó

dos veces al fijo y otras dos al móvil antes de que por fin respondiera.

—¿Qué? —espetó Emma con brusquedad.

—Elevo un rato llamando.

—Ya me he dado cuenta.

—Esta noche no he ido a casa.

—Ya eres adulto. Yo no juzgo a los demás como otros que yo me sé.

—Muy graciosa.

La muchacha estaba de un humor de perros, como era habitual.

—Oye, tengo mucha prisa. ¿Qué quieres?

—Quiero que hoy no vayas al instituto.

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