29.06.2021 Views

La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Por aquí cerca no vive nadie —repuso él—. Nadie nos verá.

—Mejor ir sobre seguro que lamentarnos después. ¿No podrías acabarlo por

la mañana?

—Podría, pero me gustaría hacerlo esta noche. Si fuera una pintura al óleo,

no me importaría esperar lo que hiciera falta. En cambio, no me gusta dejar las

acuarelas a medias. Prefiero terminarlas en una sola sesión, para que no me dé

tiempo a pensar demasiado la obra.

—¿Y cuánto te falta?

—Si vuelves a poner el trasero en el taburete, podría acabar en media hora.

Eso sí, si me prometes que te estarás quieta.

Los tres estaban de pie junto a sus bicicletas, mirando hacia las ventanas

iluminadas de la tercera planta del edificio de investigación médica.

—Son las mismas ventanas del otro día —dijo Boris.

—¿Creéis que tendrán tele? —preguntó Keisha.

—Puede —respondió Shaun—. ¿Qué hacemos ahora?

—Demos una vuelta para comprobar todas las entradas —respondió Boris—.

Tal vez alguna no esté cerrada.

Escondieron las bicis y rodearon el edificio verificando todas las puertas.

Keisha disfrutaba tanto de la aventura que pidió que le dejaran intentar abrirlas a

ella. Sin embargo, el edificio estaba cerrado a cal y canto. Tras completar el

circuito, los BoShaun estaban discutiendo qué hacer a continuación cuando

oyeron acercarse unos coches. Dos vehículos se detuvieron en el aparcamiento.

—Joder, tío —dijo Shaun—. Son K y sus hombres otra vez. Esta noche están

en todas partes.

Le dijeron a Keisha que guardara silencio y se parapetaron detrás de un muro

bajo. Dos pares de ojos de insecto asomaron por encima del murete para ver

cómo los NK bajaban de los coches.

—¿Has visto eso? —dijo Easy, señalando hacia las ventanas iluminadas de la

tercera planta.

—Sí —contestó K.

—Tienen electricidad, tío.

—Puede ser. O tal vez solo tienen lámparas de pilas como nosotros. Solo hay

una manera de averiguarlo. Ve a comprobar las puertas.

Easy delegó la orden a un inferior en el escalafón, y el joven NK regresó

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!