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La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

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—¿En serio?

—Pues sí. ¿Dónde está tu madre?

—Ha trabajado toda la noche. Aún no ha llegado.

Emma solo tenía una palabra para su amiga:

—Perfecto.

Jamie hizo lo que pudo para adecentarse un poco antes de dirigirse a toda prisa a

la pequeña sala de reuniones de la unidad de biocontención. Esta contaba con

seis habitaciones de máximo aislamiento. Se había utilizado por última vez el año

anterior, ante la sospecha de un caso de fiebre de Lassa. Ahora, la planta se había

convertido en un improvisado refugio para poner en cuarentena al personal

médico y a los pacientes que habían tenido la desgracia de encontrarse en

urgencias cuando llegó Andy Soulandros. Como medidas de precaución, se

habían instalado alarmas en las salidas y se habían programado los ascensores

para que no se detuvieran en la planta. También se habían dispuesto camillas en

los pasillos, y Jamie caminó entre ellas sin hacer ruido para no despertar a la

gente.

La sala de reuniones estaba conectada a través de un circuito de vídeo con el

auditorio O’Keefe, donde cada semana se celebraban las asambleas médicas. Al

observar la imagen en el monitor, a Jamie le sorprendió ver la gran cantidad de

gente que se había congregado a una hora tan temprana. Reconoció a todos los

miembros del equipo ejecutivo del hospital, el director y los administradores

principales, así como a los jefes de los departamentos de Medicina general,

enfermedades infecciosas, Enfermería y el de la Unidad de control de

infecciones.

Creighton Collins, el director del hospital, estaba de pie, inclinado sobre un

hombre mucho más bajo, hablando. Al ver a Jamie en la gran pantalla del

auditorio, transfirió su imagen a un portátil que estaba sobre el estrado.

—Le presento al doctor Abbott —dijo, dirigiéndose al hombre bajito—.

Jamie, este es el doctor Hansen, del Centro para el Control de Enfermedades.

Hansen estaba bastante calvo y era un poco rechoncho. Cuando frunció el

ceño, los pliegues de carne se le extendieron hasta el cuero cabelludo.

—Mark Hansen —se presentó el hombre—. Soy el director del equipo de

respuesta rápida global. He venido con un equipo de expertos en patógenos

virales especiales, epidemiología y operativos de emergencia. Estoy seguro de que

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