29.06.2021 Views

La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el acelerador para mantener la velocidad en un largo trecho de subida. La luz

diurna era apagada y plomiza. La pálida cinta de asfalto parecía una rampa de

despegue hacia el cielo.

—Bueno, señor arrogante sabelotodo, ¿así es como va a ser a partir de ahora?

¿Soy culpable hasta que se demuestre mi inocencia? ¿Esa es tu versión de la

verdad, de la justicia y del estilo de vida americano? Acabo de decir que el

problema es el mundo. Pues me equivocaba: el problema eres tú. Tú eres el puto

problema.

—¿Te importaría explicarte?

—Pues sí, te lo voy a contar. La primera noche que estuve en tu casa oí lo que

dijiste. Lo que le dijiste a Mandy.

—¿Y qué dije?

—Algo de que tu virus había provocado todo esto y que, si no fuera por eso,

Emma estaría bien.

Jamie apretó el volante con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.

—Escúchame bien, Linda, aquí hay mucho que aclarar. En primer lugar, yo

no dije eso. Fue Mandy, y yo le contesté que se equivocaba. Y en segundo lugar, la

única manera de que oyeras eso fue espiando una de mis llamadas.

—Eh, eh… No me vengas ahora con la ética de los huéspedes de una casa.

Déjame que te pregunte algo: ¿qué papel desempeñaste tú en toda esta la mierda

en la que estamos metidos?

Jamie podría haberle dicho que no era asunto suyo, pero quizá se sentía

culpable y quería desahogarse. Intentó explicárselo todo. Le habló sobre el ensayo

de terapia génica, sobre su papel y el de Mandy en el proyecto. Le habló de

Steadman y de los mecanismos de control que él le había exigido aplicar. Le

contó cómo Steadman había mostrado una absoluta negligencia y se había

saltado todos los protocolos de seguridad. Linda escuchaba impasible. No

interrumpió su monólogo hasta que una de las chicas pidió comida. Ella les pasó

algo de picar y luego murmuró un «Continúa».

Cuando Jamie hubo acabado, Linda tomó la palabra.

—Mira, yo solo soy una poli. No he entendido todo lo que has contado, pero

si dices que no fuiste tú, que fue el otro tío, por mí estupendo. Estoy

acostumbrada a oír eso de que no fui yo, fue el otro, así que prefiero dejarlo

correr. No voy a juzgarte, y espero que tú tengas la misma deferencia conmigo.

Jamie no se había dado cuenta de que Linda había cogido una botella de

coñac de casa de los músicos —supuso que procedía de allí—, ya que apareció

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!