29.06.2021 Views

La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Jamie no dijo nada y salió de la cocina, lo cual desquició por completo a

Linda.

—¿¡Qué pasa!? —gritó, siguiéndolo hecha una furia—. ¿No me crees o qué?

¡Dime lo que piensas a la puta cara!

Jamie no pensaba decir lo que ella quería oír, y tampoco pensaba decir lo que

él quería decir. No pensaba decirle que la creía, porque sabía que estaba

mintiendo. Y tampoco pensaba decirle que era una asesina despiadada y que la

quería fuera de su vida. Tenía que permanecer centrado. Tenía que llegar a

Indianápolis y mantener a Emma a salvo. Linda Milbane era el instrumento

perfecto para enfrentarse a la nueva realidad del mundo. Era implacable, con una

capacidad innata para la supervivencia.

Y además tenía razón: él era incapaz de apretar el gatillo. Pero ella sí. Si tenía

que encontrar una cura para toda aquella locura, la necesitaría a su lado.

—Linda, lo único que quiero es que nos volvamos a poner en marcha —dijo

con voz cansada.

Vaciaron la casa de comida. Cogieron almohadas y mantas, linternas, pilas,

abrigos e impermeables. A los dueños les gustaba el vino, así que Linda arrambló

con una docena de botellas. Cargaron el Volvo y pronto estuvieron de nuevo en la

autopista, rumbo al sur, hacia Connecticut.

Habían dejado a Romulus en el bosque.

Habían dejado al matrimonio de músicos en el suelo de la cocina.

Jamie condujo en silencio, luchando contra las ganas de llorar.

De la noche a la mañana, la gente se había convertido en depredador o en

presa.

Jamie no quería ser ni una cosa ni la otra.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!