You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
121<br />
bien y la enfermera que la acompañaba se la llevó a dar un paseo por los jardines mientras<br />
el señor Warren consultaba con el doctor Dohmler.<br />
Warren era extraordinariamente apuesto y aparentaba menos de cuarenta años. Era un buen<br />
ejemplar de norteamericano en todos los aspectos: alto, de espaldas anchas, bien proporcionado;<br />
«un homme trés chic» fueron las palabras que utilizó el doctor Dohmler para<br />
describírselo a Franz. Sus grandes ojos grises estaban ribeteados de venillas de estar<br />
expuesto al sol mientras remaba en el lago de Ginebra, y tenía ese aire especial que da<br />
haber conocido las mejores cosas del mundo. <strong>La</strong> conversación fue en alemán, pues resultó<br />
que se había educado en Göttingen. <strong>Es</strong>taba nervioso y era evidente que el asunto que le<br />
había llevado allí le resultaba muy penoso.<br />
-Doctor Dohmler, mi hija no está bien de la cabeza. <strong>La</strong> he puesto en manos de numerosos<br />
especialistas y entemieras y se ha sometido a un par de curas de reposo, pero la cosa ha<br />
cobrado unas dimensiones que me desbordan y me han recomendado insistentemente que<br />
viniera a verle a usted.<br />
-Muy bien -dijo el doctor Dohmler-. ¿Por qué no me lo cuenta todo desde el principio?<br />
-No hay ningún principio, o por lo menos, que yo sepa, no hay ningún caso de enfermedad<br />
mental en la familia por ninguno de los dos lados. <strong>La</strong> madre de Nicole falleció cuando ella<br />
tenía once años, y más o menos he sido para ella un padre y una madre a la vez, con la<br />
ayuda de institutrices. Padre y madre a la vez.<br />
Daba muestras de gran emoción mientras decía esto y el doctor Dohmler observó que tenía<br />
lágrimas en los ojos y notó por primera vez que le olía algo el aliento a whisky.<br />
-De niña era un encanto. Todo el mundo estaba loco con ella, todo el que la conocía. Era<br />
lista como el diablo y más alegre que unas pascuas. Tenía afición a leer, a dibujar, a bailar,<br />
a tocar el piano, lo que fuera. Le oía decir a mi mujer que de todos nuestros hijos Nicole era<br />
la única que no lloraba por las noches. Tengo otra hija mayor y tenía un hijo que murió,<br />
pero Nicole era... Nicole era... Nicole...<br />
Se interrumpió bruscamente y el doctor Dohmler salió en su ayuda.<br />
-Era una niña completamente normal, inteligente y feliz.<br />
-Absolutamente.<br />
El doctor Dohmler esperó a que siguiera. El señor Warren maneó la cabeza, dio un<br />
profundo suspiro, echó una mirada rápida al doctor Dohmler y volvió a bajar la vista.<br />
-Hará unos ocho meses, o tal vez seis o diez, no sé muy bien. <strong>Es</strong>toy tratando de calcularlo,<br />
pero no recuerdo exactamente dónde estábamos cuando empezó a hacer cosas raras...<br />
locuras. Su hermana fue la primera en decirme algo. Porque Nicole para mí seguía siendo la