08.04.2013 Views

Suave Es La Noche

Suave Es La Noche

Suave Es La Noche

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

47<br />

-Quiero que vayas a sitios y hagas cosas por tu propia iniciativa, sin mí. Cosas más difíciles<br />

hiciste para los reclamos publicitarios de Rainy.<br />

A pesar de todo, Rosemary seguía pensando que no tenía por qué ir, pero obedeció a<br />

aquella voz clara y firme que la había hecho meterse por la entrada de artistas del Odeón de<br />

París cuando tenía doce años y la había acogido cuando salió.<br />

Pensó que se había librado de ir al ver desde las escaleras a Abe y McKisco que se alejaban<br />

en un coche, pero al rato apareció el coche del hotel y Luis Campion, soltando grititos de<br />

satisfacción, la hizo sentarse a su lado.<br />

-Me escondí allí porque a lo mejor no querían que fuésemos. Como llevo la cámara de<br />

filmar...<br />

Rosemary se rió por no llorar. Era un ser tan espantoso que ya no era ni espantoso:<br />

simplemente no era humano.<br />

-Lo que no entiendo es por qué a la señora McKisco no le cayeron bien los Diver -dijo-.<br />

Fueron muy amables con ella.<br />

-No es que no le cayeran bien. <strong>Es</strong> algo que presenció. Qué exactamente no pudimos saberlo<br />

por culpa de Barban.<br />

-Entonces no era por eso por lo que estaba usted tan triste.<br />

-Oh, no -dijo, quebrándosele la voz-. Era por otra cosa que ocurrió cuando regresamos al<br />

hotel. Pero eso ya no me preocupa. Me lavo las manos completamente al respecto.<br />

Siguieron al otro coche por la costa en dirección este y pasaron Jean-les-Pins, donde se<br />

levantaba la estructura del nuevo casino. Eran más de las cuatro, y bajo el cielo gris azulado<br />

los primeros barcos de pesca salían cansadamente a un mar glauco. De pronto salieron de la<br />

carretera principal y se metieron en el interior.<br />

-<strong>Es</strong> el campo de golf -exclamó Campion-. Seguro que es allí donde va a ser.<br />

<strong>Es</strong>taba en lo cierto. Cuando el coche de Abe se detuvo, por el <strong>Es</strong>te el cielo parecía pintado<br />

de amarillo y rojo, lo que anunciaba bochorno. Rosemary y Campion hicieron que el coche<br />

del hotel se metiera en un pinar y luego, siempre protegidos por los árboles, fueron<br />

bordeando la pista descolorida por la que se paseaban de un lado a otro Abe y McKisco;<br />

este último levantaba la cabeza a intervalos como si fuera un conejo olisqueando. Al poco<br />

se movieron unas figuras por un montículo algo alejado y los espectadores vieron que se<br />

trataba de Barban y su padrino francés, el cual llevaba la caja de las pistolas bajo el brazo.<br />

McKisco, que parecía más bien aterrado, se ocultó detrás de Abe y se tomó un buen trago<br />

de coñac. Se ahogaba al andar y hubiera seguido directo hasta donde estaban los otros dos,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!