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Por un momento se sintió cada uno como si el otro no fuera real, hasta que lentamente<br />
volvió a ellos el cálido susurro del amor.<br />
-Te gusta ayudar a todo el mundo, ¿verdad? -dijo Rosemary.<br />
-Sólo lo aparento.<br />
-A mamá le gusta ayudar a todo el mundo. Claro que no puede ayudar a tanta gente como<br />
tú - suspiró-. A veces pienso que soy la persona más egoísta del mundo.<br />
Por primera vez, el hecho de que mencionara a su madre enojó a Dick en lugar de<br />
divertirle. Quería apartar a su madre de una vez, suprimir el tono infantil que Rosemary insistía<br />
en dar a su relación con él. Pero se daba cuenta de que aquel impulso revelaba que<br />
estaba perdiendo el control. ¿Qué pasaría de la fuerte atracción que sentía Rosemary hacia<br />
él si aflojaba las riendas, aunque sólo fuera por un instante? Comprendió con cierta<br />
angustia que sus relaciones estaban llegando casi imperceptiblemente a un punto muerto, y<br />
no podían estabilizarse. O avanzaban o tendrían que retroceder. Por primera vez se le<br />
ocurrió pensar que Rosemary agarraba las riendas con más firmeza que él mismo.<br />
Antes de que hubiera podido pensar qué medidas debía tomar, regresó Nicole.<br />
-Encontré a <strong>La</strong>ura. Era la primera noticia que tenía, y su voz desaparecía y luego volvía a<br />
oírse como si se estuviera desmayando y volviendo en sí todo el rato. Me ha dicho que<br />
sabía que iba a pasar algo esta mañana.<br />
-María debería trabajar para Diaghilev -bromeó Dick tratando de calmarlas-. Tiene un<br />
gran sentido de la escenografía, por no hablar de sentido del ritmo. ¿Quién de nosotros a<br />
partir de ahora va a poder ver arrancar un tren sin oír al mismo tiempo unos disparos?<br />
Bajaban a empellones por la ancha escalera metálica.<br />
-Lo siento por ese pobre hombre -dijo Nicole-. Con razón estuvo tan rara conmigo: ya se<br />
estaba preparando para abrir fuego.<br />
Se echó a reír y Rosemary rió con ella, pero las dos estaban horrorizadas y deseaban<br />
fervientemente que Dick hiciera algún comentario de tipo moral sobre el asunto para no<br />
tener que hacerlo ellas. No era un deseo totalmente consciente, sobre todo por parte de<br />
Rosemary, que estaba acostumbrada a que pasaran ruidosamente por su cabeza fragmentos<br />
de acontecimientos parecidos sin que llegaran a detenerse. Pero tal había sido la<br />
acumulación de impresiones en ella que también se sentía traumatizada. Dick, por su parte,<br />
se sentía de momento demasiado impresionado por la fuerza de sus sentimientos recién<br />
descubiertos para tratar de resolver la situación con arreglo a la pauta que habían seguido<br />
durante esas vacaciones, y ellas, notando que les faltaba algo, se sumieron en una vaga<br />
sensación de infelicidad.