08.05.2013 Views

v. La familia con hijos adolescentes - M-cano.com

v. La familia con hijos adolescentes - M-cano.com

v. La familia con hijos adolescentes - M-cano.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Manual de Orientación y Terapia Familiar 273<br />

<strong>familia</strong>s en las que el padre desarrolla un papel tradicionalmente femenino, tal<br />

<strong>com</strong>o no participar en cuestiones de decisión y disciplina <strong>familia</strong>r, dato que ha<br />

<strong>con</strong>firmado ALTUCHER (1957). A este modo de ver la situación, BILLER (1974)<br />

opone que lo que influye negativamente en la masculinidad del hijo no es tanto<br />

que el padre desempeñe papeles femeninos, sino que se dé en él una renuncia<br />

sistemática al papel masculino en la vida <strong>familia</strong>ro que, también haya una parcial<br />

inversión de roles. El mismo autor afirma que el desarrollo adecuado de la<br />

personalidad está facilitado en aquellas <strong>familia</strong>s en las que el padre exhibe<br />

claramente un papel masculino positivo y la madre un papel femenino igualmen­<br />

te positivo.<br />

Este desarrollo sexual adecuado dentro de la personalidad ha llevado a<br />

BILLER y KAYTON (1971) a estudiar grupos de adultos masculinos neuróticos<br />

no perturbados, esquizofrénicos paranoides y esquizofrénicos no paranoides,<br />

en<strong>con</strong>trando que los no perturbados percibían a los padres <strong>com</strong>o adornados de<br />

un <strong>com</strong>portamiento apropiado al sexo en mayor porcentaje que los perturbados,<br />

quienes, a su vez, percibían en menor proporción al padre <strong>com</strong>o figura adornada<br />

de rasgos masculinosya la madre <strong>con</strong> rasgos femeninos. De todo ello <strong>con</strong>cluyen<br />

que un <strong>com</strong>portamiento gravemente perturbado va asociado a dificultad y/o<br />

anormalidad del desarrollo del papel sexual, citando en tal sentido las investigaciones<br />

de BILLER, 1973b; BILLER YPOEY, 1969; CHEEK, 1964; GARDNER,<br />

1967; KAYTON Y BILLER, 1972; McCLELLANO, WATT, 1968; y ZEICHNER,<br />

1955,1956.<br />

<strong>La</strong> profundidad del tema va más allá de lo que puede <strong>con</strong>cebirse inicialmente<br />

<strong>com</strong>o relación padre-hijo, dado que se adentra en sentimientos que están o no<br />

presentes en la vida del padre <strong>com</strong>o persona maduradora. Así, por ejemplo, un<br />

padre que se siente seguro de la propia masculinidad de base, es más probable<br />

que acepte positivamente a la mujer que aquél que rechaza la propia masculi­<br />

nidad o que <strong>con</strong>stantemente ha de ponerla a prueba. Por ello el padre eficaz es<br />

el que anima al hijo a estar satisfecho de su masculinidad y a la hija de su<br />

feminidad, aunque ello se deba identificar <strong>con</strong> un desmedido afán por inculcar<br />

en los <strong>hijos</strong> una rígida asimilación de los estereotipos culturales. Lo que ha de<br />

hacer el padre es estimular lo que hay de peculiar en cada hijo o hija, incluido<br />

en ello el elemento sexual diferenciador.<br />

Todo este <strong>con</strong>junto de elementos maduradores se <strong>con</strong>cretan en un especial<br />

acento de lo afectuoso (MOULTON, 1966).<br />

El tema del poder paterno aparece también aquí, ya que, <strong>com</strong>o afirma 018­<br />

TLER (1964), los universitarios que se describían <strong>com</strong>o masculinos sobre un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!