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DÉCADA XI. CAPÍTULO PRIMERO. ARTÍCULO 8 95
en el montar a caballo lo hace con mucha destreza: el traje le está muy bien.
Lo cual todo junto con su apacibilidad y agrado, ha sido bastante a conservar su
amor en aquella gente, que pudiera haber caído, viendo que no les da heredero.
CAPÍTULO XXX.
Lo tocante a la Religión fuera de Londres.
No se vive fuera de la corte con la libertad que en ella en lo que toca a ser católico:
porque en Londres vale a los católicos la sombra y favor de los Reyes. No
obstante, hay tanta cosecha de católicos por las otras partes del reino, que habiendo
cuatro Provincias de Religiosos y gran número de sacerdotes seglares, que distribuidos
por el reino reconcilian con la Iglesia a los que quieren ser católicos, y ministran
los Sacramentos a los que lo son, son pocos para lo que hay en qué ejercitarse.
Viven estos Religiosos a lo seglar en el traje y otras costumbres que no se encuentran
con su profesión y ministerio: está a cargo de sus Provinciales señalarles
la tierra o sitio en que han de asistir en los ministerios dichos. Llegado el tiempo de
hacer su Capítulo, se convocan para un mesón: y allí en la mesa disimuladamente lo
celebran y eligen Provincial.
No puede sufrir la ceguedad de los ministros de la herejía la luz de la verdadera
fe que ilustra las almas de los católicos. Y así suelen, cuando se junta Parlamento,
que así nombran las Cortes generales del reino, fulminar rigurosos edictos contra
los católicos y sus ministros. En particular cuando los dos Padres estaban en Londres,
estaba allí el reino junto en Cortes, y temblaban los católicos lo que después
sucedió: porque, como lo supieron los Padres en Roma, decretó el Parlamento que
todos los sacerdotes católicos saliesen de Inglaterra. Acabado el Parlamento, se
volvieron a sus tierras los parlamentarios, y quedó como suele al Rey la ejecución
del edicto. Descuidóse él esta vez de favorecer a los católicos, como en otras ocasiones
los había favorecido, y disponíase la ejecución. Hizo la Reina por esto gran
sentimiento, y mostrólo en que, haciéndose un festejo en que ella