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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
bien organizado, las economías con moderación, todo quedó concertado y como
cuadra a una comunidad reformada. No obstante, el P. Fr. Baltasar en secreto
había persuadido a varios conventuales de que por haber expulsado el P. Comisario
a cierto Padre sin los requisitos canónicos y constitucionales, quedaba incurso en
privación de oficio, y por lo tanto no tenía autoridad de Comisario; y por última
consecuencia, que el nombramiento del P. Fr. Lope era nulo. Y enarboló el pendón
de la anarquía, y se proclamó él Presidente del convento y abrió a todos las puertas
de la indisciplina religiosa. "Dispúsolo de tal suerte —dice el P. Fr. Diego de Santa
Teresa 1 —, que con algunos otros le negó a Fr. Lope la obediencia: tomando posesión
de aquel convento a 12 de Abril de 1659 en que cayó el Sábado Santo. Escribió
a cuantos pudo que al P. Alonso no lo tuviesen por Comisario: dando principio
a las Pascuas más alegres, con estas operaciones tan perjudiciales. El Comisario
estaba ausente: arrojado de su prelacía Fr. Lope: el presidente intruso poseído de la
ambición: el súbdito blindado de la libertad: el recurso a España lejos; y creciendo
la llama a incendios excesivos. Tanto puede un mal ejemplo, que tal destruye en un
punto lo que para la edificación costó dilatados años".
Nadie podrá calcular debidamente cuánto padecería el corazón del delicadísimo
Padre, pues no lo sentía tanto por la ofensa personal que se le infería cuanto por
lo que se vulneraba la autoridad y se daba un escándalo muy grave a los buenos
religiosos y acaso a la ciudad que tan gran concepto tenía formado de los Padres de
la Popa. Arrojado el P. Fr. Lope de la clausura, tuvo una entrevista con el Presidente
intruso y con los seguidores de éste, mas nada alcanzó por las vías de la benevolencia;
suplicó, instóles para que abandonasen el mal camino, pero la misma benignidad
de Fr. Lope envalentonaba a los cabecillas. En tanto que empleaba tales medidas
de prudencia, reunía varias consultas de eclesiásticos seculares y regulares y
proponía a su consideración los aspectos del asunto; las cuales juntas resolvieron
que carecía de razón el P. Fr. Baltasar y que debía entrar en la posesión de la prelacía
el P. Fr. Lope. Convencido de esto hasta
1 Crón., tom. III, núms. 1.162 y sigs.