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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
basas se levantaban bien delicadas pilastras, que, coronadas de hermosos capiteles,
pasaban por el friso a sobresalir en los resaltos de una cornisa, que mentía a
los ojos no pequeño vuelo; tal era su bien pincelada perspectiva. Coronaban esta
cornisa cuatro efigies, las dos eran de ángeles, que tenían en sus manos con reverencia
la mitra y báculo pastoral de N. P. San Agustín, como que este día crecía el
sapientíssimo Padre a gigantes accidentales glorias en que sus hijos se empleaban
en darle a Dios y a su Santísima Madre tan reverentes cultos. Filius sapiens lætificat
patrem. Las otras dos eran de los dos Príncipes de la iglesia, San Pedro y San
Pablo, que como tales canonizaban las presentes por unas de las más célebres fiestas
de la militante iglesia. Y sobre la clave del arco una coronada granada, ofreciendo
a los ojos el carmín de sus granos, y daba motivo para discurrir o que estas
fiestas ponían a su corona la última esmeralda o que los granos generosos de sus
hijos ponían con su afectuosa asistencia a tan relevantes fiestas la corona.
A los lados de este majestuoso arco se desviaban los adornos, llenando los
lienzos de las tapias de varias y diferentes pinturas a lo ridículo, en que se cebaban
los entendimientos alegres; esta era la fachada que tenía a la parte de Mediodía. A
la banda del Norte estaba poblado de arrayanes y murtos, y entre ellos muchas jaulas,
bien aderezadas de cintas y colonias, en cuyos colores divertían las tristezas de
su prisión numeroso concurso de simples pajarillos, que con delicadas y sonoras
voces formaban una bien concertada capilla, que gustosamente embelesaba; y estos
inculpables prisioneros se guardaban para comunicarles la libertad amable al pasar
en la procesión las dos Majestades de Madre e Hijo. Al pie de este arco, entre arboledas,
frescuras y bien concertados encañados, saltaba bulliciosa una cándida fuente,
tan pródiga de sus cristales, que con menudas perlas matizaba el vestido de
quien se acercaba a contemplarla.
Altar que hicieron los religiosos legos
Pocos pasos distante de este arco, hicieron un suntuoso altar los religiosos Legos,
fabricado a expensas de su afecto a esta nueva iglesia, por los muchos cuidados
que les ha costado su fábrica, obra de sus manos y como depósito de sus habilidades,
lo es también de sus