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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
Provincia de S. Nicolás de estas Islas, pudiese alegar a su favor se despachase
real provisión de ruego y encargo al P. Provincial, que entonces era para que con
la mayor brevedad posible que pedía el caso de hallarse la dicha Provincia sin
ministros, destinase de los religiosos de su obediencia los necesarios para recibir
de nuevo a su cargo la administración de los naturales de Calamianes, según y
como lo pedían.
119 Y aunque N. P. Provincial que entonces era Fr. José de la Santísima Trinidad,
por sí, por la Provincia y después por el Capítulo Provincial, representó la
subsistencia de los gravísimos motivos que obligaron a renunciar la administración
espiritual de dichos pueblos".
Después de su trienio de Provincial fué elegido Prior del convento de Manila
por el P. Prior Provincial, porque el Capítulo dispuso que este Priorato fuese provisto
ad libitum del Provincial. Y como Prior, para la fecha de 12 de Octubre de 1679
tenía ya dorado el retablo del altar mayor, trabajo que costó, sin contar el oro como
material, 545 pesos 1 .
Además de esta mejora compró durante el mismo superiorato unas alfombras
muy buenas para la iglesia, desempeñó unas joyas de la imagen de Nuestra Señora
de la Consolación, y adquirió una reliquia preciosa "tocada con el sudario o sabana
santa que se venera en Turin, Saboia". Así lo asegura el citado Libro de consultas.
Como Prior de Manila precisamente, y no como Provincial absoluto actuó en el
próximo Capítulo de 1683, pasó a ser Prior de Cebú, en el siguiente Prior de Cavite,
y en el de 1689, Prior de San Sebastián, según reza el Libro 1.º de Becerro.
Presumimos que de aquí en adelante sufrió graves quiebras en su salud por lo
que leemos en el Necrologio de San Sebastián, conviene a saber 2 Fue "religioso de
todas prendas y paciencia con los trabajos y enfermedades que padecio por largos
tiempos con otras virtudes particulares". Este mismo Necrologio asígnale la muerte
el 10 de Abril de 1695.
1 Arch. prov., Libr. cons. de Manila, fol. 32.
2 Ib., fol. 14 v.º