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DÉCADA XI. CAPÍTULO SEXTO. ARTÍCULO 8 445
abren para las procesiones, y en cada una de sus hojas, abiertos de talla, dos
escudos de las Armas de la Orden, con admirables y delicados calados, ejecutados
por el Hermano Fr. Pedro del Populo, religioso Lego y maestro de carpintero, que,
ayudado de otros oficiales religiosos, es quien ha labrado y trabajado toda la
madera que se ha gastado en este hermosísimo templo.
De la lonja
Para darle desahogo a la iglesia y hacerle una anteplaza que sirviese de lonja,
donde se espaciase la gente, fué necesario cortar el cerro, en cuya ladera está la
fábrica, que costó no poco trabajo, tiempo y dinero, pero bien empleado, pues ha
quedado una plaza tan capaz, que se pueden en ella correr toros. Tiene de ancho 95
pies y 105 de largo. Está cercada por la parte de norte y Occidente con un fortísimo
jorfe de ladrillo, cal y canto para detener el cerro; y por la parte de Mediodía, que
mira hacia el Alhambra y Vega, está descubierta sólo con un pretil que la circunda
y desde donde los que quieren descansar de los cuidados, tienen para la vista un
lienzo admirable, en que la naturaleza pintó un país hermoso, que, a determinase el
discurso a sacar a luz una agradable idea, aunque más se desvelara, no acertará a
discurrir un conjunto de tantas variedades y bellezas; porque desde esta plaza se
descubre un trozo de ciudad muy grande y el más principal de Granada, estando
sobre ella como a caballero, desde donde descubre suntuosos edificios, magníficos
templos, descolladas torres airosos chapiteles, sin servir dichos edificios a los ojos
de estorbo, por estar muy interiores respecto de la altura de esta plaza; pasa la vista
a contemplar la anchurosa y dilatada vega, que ofrece a los ojos variedad de árboles
y frescuras en las frondosas amenidades y bien pobladas huertas de su hermoso
Haragui; y como galón de plata a su verde falda el vistoso Genil, que por sí y por
sus acequias lo circunda y baña. Pasando más adelante la vista, encuentra variedad
de quintas y villas que gustosamente entretienen.
A la parte de Mediodía se descubre la Fortaleza de la Alhambra, coronados de
almenas sus castillos y torres, y por verde rodapies a su grandeza el frondoso bosque,
habitación de montaraces corzas y venados.