HISTORIA GENERAL - Provinciasannicolas.org

DÉCADA XI. CAPÍTULO PRIMERO. ARTÍCULO 8 125
materia a la liberalidad del Príncipe. Otras mercedes hizo también a los Descalzos,
en las cuales no sólo les mostró su cariño en lo presente, mas también para
lo futuro. Dióles una gruesa cantidad de dinero para continuar las obras en el convento
de Lisboa: repartióles con largueza los libros y otras alhajas que habían quedado
de la Reina su madre, y lo que es más considerable, repartió a las cuatro primeras
fundaciones renta anual mucho mayor que la que se ha menester en Portugal
para fundaciones Recoletas, situándola en el portazgo de Lisboa, que es finca muy
segura. Para la continuación de las obras del convento de Lisboa y para las de las
monjas hizo donación de 30 ducados de plata en cada un año, resto de la dote de la
reina su madre: a cuya cobranza y asentamiento está a la sazón en esta corte de
Madrid el que escribe este resumen. Otras mercedes ha hecho el Príncipe a los
Agustinos Descalzos en este tiempo, algunas de las cuales tienen su lugar adelante.
CAPÍTULO LI.
Dase a la Reforma la fundación de Ntra. Señora de la Asunción de
la Sobreda.
Fernando de Castillo y Mendoza, ciudadano de Lisboa, noble, rico y desobligado,
tenía una quinta en los contornos de la ciudad en el lugar que llaman Sobreda,
término de Caparica. Empezó a labrar en ella un convento, dicen que para Clérigos
Regulares: pero la estrechez de las celdas parece estaba diciendo no era el convento
sino para Recoletos. Varias religiones hicieron tiro a esta fundación, y alguna hubo
que, por lo que estaba hecho a los principios y por el sitio y quinta, ofreció a Fernando
del Castillo treinta y cinco mil cruzados 1 . No había él empezado la obra como
mercader, y así, no dando oídos a esta plática, fué, sin dar la fundación a nadie,
continuando la obra.
Estaba a esta sazón en Roma el P. Prior, adonde tuvo noticia de esta fundación
por carta de un Padre nuestro, calzado en la profesión, y en el afecto, descalzo. Pero
ni el embarazo de sus negocios ni la
1 Cruzado, moneda de plata portuguesa que vale diez reales vellón.