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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
enunciado Colegio de San Nicolás de la penitencia de Santa Fe de Bogotá.
Además, los Padres capitulares de 1690 tuvieron en consideración la numerosa
concurrencia de peregrinos que acudían a la iglesia de la Popa, en Cartagena, diariamente
y determinaron que se celebrara una misa tarde para complacer a las muchedumbres
que iban a aquel templo. La Santísima Virgen se complacía en recibir
los cultos de los religiosos, bendecía sus trabajos y convocaba a los fieles para que,
honrándola a Ella, dieran gloria también a los que son sus hijos y capellanes privilegiados.
No nos debemos admirar de la devoción a esta Virgen, porque háse mostrado
siempre milagrosa en su iglesia de la Popa apareciendo allá con la vela en la
mano como faro que alumbra los mares de este mundo, en que para los justos y los
pecadores, y desde el niño hasta el decrépito, para todos ha querido ser estrella de la
mañana, Consolación de afligidos y Madre de gracia. Agradecidos a estas bondades
de María de la Candelaria, nuestros Padres procuraron en todo tiempo fomentar su
culto y engrandecerla. Si alguna cosa merecía estimación particularísima a los Padres
de esta Provincia era la Virgen en el misterio de la Purificación y las cosas que
le pertenecían. Consuela sorprender a cada paso en los archivos señales de su celo
merced a lo cual, la devoción a la Virgen de la Candelaria se extendió con rapidez;
los milagros de su corazón alcanzaron a todas partes: por mar y tierra su nombre
fué invocado con filial confianza; así tanto, que llegó a preceptuarse, dos años después
del que cursa, que mensualmente se cantase una misa por los bienhechores
vivos y otra el día de todos los difuntos para satisfacer la deuda de gratitud contraída
con los peregrinos de la isla de Cuba y la de Trinidad que llegaban a Cartagena a
cumplir sus votos y piadosas mandas. ¡Tan lejos se extendían los favores de esta
soberana Virgen de la Candelaria! ¡Tan honrada vivía la comunidad de Cartagena!