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DÉCADA XI. CAPÍTULO PRIMERO. ARTÍCULO 8 61
en ella, asaltando los dolores del parto a su madre la noche del jueves Santo,
andando las estaciones, a los nueve de Abril del año de 1631, dia célebre y festivo
en nuestra Religión, por haberla en otro tal enriquecido el cielo con el cuerpo de
nuestra Madre S. Mónica, trasladándose al convento de N. P. San Agustín de Roma.
Fué su padre D. Pedro Quiros caballero irlandés, y tan ilustre, que era de una
de las casas más ilustres de aquel reino. A su madre, que aun vive, baste ahora por
elogio su santa y heroica resolución, pues cargada de años, por cargarse de merecimientos,
se alistó debajo de la bandera de nuestro gran capitán San Agustín entre
sus monjas reformadas en el convento que fundó su hijo, reconociéndole por padre.
Obligó a D. Pedro a dejar su patria no querer dejar su religión antigua. Acogióse
a la serenísima casa de Berganza, siendo sus duques D. Juan 2.º del nombre y
Dña. Luisa Francisca de Guzmán, asilo cierto de los perseguidos y peregrinos por la
causa que D. Pedro defendía. En esta casa pasó algún tiempo, hasta que, trocando
aquellos señores el estado de duques por el de reyes, pasaron su corte a Lisboa,
siguiéndoles D. Pedro, a quien fiaron la enseñanza del príncipe D. Teodosio su
heredero. Tanta opinión tenían concebida de las partes de este caballero ilustre;
pero él la desempeñó sacando a Teodosio un cabal príncipe.
CAPÍTULO II.
Toma el hábito de N. Padre: muda de vida en los estudios y pásase
a Penafirme.
Apenas tocó el P. Fr. Manuel los años competentes para entrar en Religión,
cuando, muerto ya su padre, tomó el hábito de N. P. San Agustín en el nobilísimo
convento de nuestra Sra. de Gracia de Lisboa.
Pasado el noviciado, estudió filosofía en el colegio de San Agustín de la misma
ciudad: y habiendo descubierto a los toques de la filosofía los quilates de su ingenio,
le enviaron a estudiar teología en el colegio