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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
tan paternal y tan prudente; porque este Padre, lejos de vengar la afrenta, los estimuló
al amor mutuo, al perdón de las ofensas, y, en fin, se empeñó en ganárselos
por todos los medios que le inspiraba su corazón de oro. Serenada la tormenta y
vuelto el convento a su antigua observancia, comenzó a restaurar el edificio material;
no reparaba en gastos cuando se trataba de mejorar a sus religiosos la vivienda
y de embellecer la casa del Señor. En este camino su manera de pensar era altamente
decorosa; no le gustaban economías ridículas ni gastos que fomentaban la
vanidad y amor propio del Prelado. En particular sabemos que puso en la iglesia
el retablo de la Inmaculada Concepción que costeó D. Alonso Pacheco, gran devoto
de nuestro Fr. Lope de San José 1 .
Calculamos que el P. Fr. Lope regresó a España el año 1660, es decir, cuando
fué creada la Provincia y dejaron de ser gobernados los conventos por Comisarios.
Nombrado Provincial el famosísimo P. Juan Losada de San Guillermo, dejó de
existir el sistema antiguo, y entonces el Excomisario y el P. Fr. Lope debieron de
dirigirse a su antigua Provincia de Castilla, sintiendo la satisfacción de haber cumplido
su misión con mucho celo y prudencia en tiempos muy envedijados y difíciles,
que se regularizaron con la erección y funcionamiento de la Provincia.
En un documento del archivo histórico nacional 2 existe la fundación de una capellanía
o memoria pía hecha a 20 de Febrero de 1662 por D.ª Francisca de León,
hermana carnal del P. Fr. Lope, la cual residía en Madrid, a favor de éste como
primer usufructuario, con derecho a que el convento de Madrid la heredase a la
muerte del P. Fr. Lope. Esta memoria pía fué aceptada por el favorecido a 10 de
Marzo del mismo año, previa la licencia del Provincial, P. Fr. Simón de la Encarnación.
Por donde se ve que para esta fecha hallábase ya en España el P. Fr. Lope, a
quien favoreció su hermana, acaso por premiar sus méritos apostólicos, recién venido
de América; y también se confirma que no era él de familia enteramente vulgar
y desheredada. A su regreso de América residió efectivamente en
1 Arch. prov.
2 Arch. hist. nac. Madr., leg. 37.