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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
Presidente a embarazar que no firmase el decreto, o a casa del Cardenal Relator,
a pedirle corrigiese el memorial.
No fué vano su recelo: porque los contrarios fueron a hacer esta súplica al Cardenal
Relator. Con este cuidado estaba el P. Prior con grande pena, que crecía con
la dilación: porque luego entonces sucedió no hallarse en casa el Cardenal Presidente
que había de firmar el decreto: con que fué preciso aguardarle. Hacíansele al
P. Prior los instantes horas, temiendo que esta dilación diese lugar a algún embarazo
por parte de los contrarios. Cerróse la noche entre este miedo y la esperanza de
que el decreto llegase. Llegó en fin, y cobrado, con mucha prisa se volvieron al
convento: y afirmaba después el compañero que, mientras no le vió en su celda, no
le daba por seguro.
Apenas habían salido con el decreto de casa del Secretario, cuando entraron en
ella los contrarios con orden del Cardenal Relator para que el memorial que se
había de enviar con el decreto se hiciese en su presencia con acuerdo de las partes.
Pero como el decreto y memorial estaban ya en manos del P. Prior, no tuvo efecto
esta disposición del Cardenal; que, a tenerle, factible era que el negocio, o se dilatase,
o se perdiese volviendo a nuevo examen. Tanto como esto importó a los Descalzos
aquel breve rato que en cobrar su decreto llevaron de ventaja a la trama de los
contrarios.
Conseguida, pues, esta corta pero importante victoria, no había más que aguardar
en el campo de batalla. Resolvióse el P. Prior con acuerdo de los dos Cardenales
Protectores, Ursino y Palotto, dar la vuelta a Portugal para que ajustando con su
presencia las cuatro fundaciones, se hiciese el informe por el Vicario de Lisboa, y
volviendo a la Sagrada Congregación favorable, se diese permiso para erigirse la
nueva Congregación Descalza de que se daba esperanza.
CAPÍTULO XLII.
Parten los Padres de Roma para Génova a embarcarse para Lisboa.
Desembarazados los PP. en pocos días para el viaje, que esta comodidad entre
otras hace rica la pobreza, salieron de Roma a los 16 de Octubre, llevando patentes
dimisorias del P. General, que les