HISTORIA GENERAL - Provinciasannicolas.org

416
HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
en beneficio de los gentiles a quienes determinó iluminar con la luz de la Fe,
como en honor de su gran siervo Fr. Cristóbal, quien a pesar de tantas incomodidades
del viaje fué muy sufrido; hacía de madrugada su hora de meditación, y por la
noche, mientras acampaban los compañeros, retirábase a conversar otra vez con
Dios; cuando emprendía marcha obligaba a rezar oraciones devotas a los que lo
escoltaban; a ratos amenizaba el tiempo con pláticas y consejos provechosos; en
ocasiones cuando los otros manifestaban debilidad o miedo, esforzábalos con amorosas
razones, o se ponía al frente de ellos para salvar algún obstáculo que parecía
insuperable. Pero tampoco olvidó apuntar los sucesos más notables del viaje, en
cumplimiento de una orden superior. ¡Lástima que se hubieran perdido!
De esta suerte fué como logró acometer y coronar tan gloriosa aventura, que
tuvo fin en llegando a Santiago, donde salieron a recibir a los expedicionarios todos
los vecinos; y fué tanta la alegría de la población cuanto fué el dolor que les aquejaba,
porque se creía ya que habían perecido, a juzgar por la tardanza en regresar. Si
antes veneraban profundamente al Hermano, desde ahora reputáronlo por santo, y
como a tal lo alabaron y felicitaron; empero, él más y más se humilló ante el Señor
y dióse con crecidas veras a la meditación, frecuentó con nueva piedad la Sagrada
Comunión, empezó a recoger limosnas y regalillos para enviar a los achaguas del
Airico y consagró los ocios a perfeccionarse en la lengua achagua para ser más
provechoso en el oficio de misionero.
Para que se vea con cuánta estimación tenían a este héroe agustino, y cuán difícil,
al par que provechosa, fué la excursión dicha, léase el siguiente documento 1 :
"Carta del Gobernador de la ciudad de Santiago de la Atalaya a nuestro P. Provincial
Fr. Juan de San Guillermo: Escoge la Divina Providencia hombres humildes y
de buena voluntad para que con la obediencia de la suya obren y consigan en su
santo servicio empresas grandes. Esto con sus virtudes de fe, esperanza y caridad y
con el santo ejercicio de este nuestro humilde religioso Fr. Cristóbal de San José; y
alentado con el favor de nuestro Presidente, Gobernador y Capitán general de
1 Ib.