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DÉCADA XI. CAPÍTULO TERCERO. ARTÍCULO 7 251
ambito, en que se ha edificado el Convento, por la natural estrechez del sitio.
En consideracion de lo qual, hechas las diligencias con la Viuda, para q. venda
esta casa al Convento, pagandole su justo valor, no viene en ello, por algunos fines
particulares, Y quizas con el dictamen de q. el Convento necesita precisamente
de aquella habitacion, Y tratando compelerla por justicia, por tantos privilegios,
y fundamentos, q. motivan, y acompañan la fabrica de monasterios, y
templos, Y lo tantas veces declarado, con sentencia de la RI. Audiencia de aquella
Ciudad, y Reyno, Cassas muy principales, se ha encontrado lo dispuesto en el
Capitulo I de los actos de corte de los estamentos militar, y Real del año 1626 en
aquel Reyno, donde ambos braços suplicaron á Su Magestad q. ningun Convento
de religiosos, q. esten dentro la Ciudad de Valencia, puedan compeler á particular
alguno á que les venda su cassa, para edificacion de algun Convento, si ya no
fuesse, q. la cassa fuese presisa para construccion de la Iglesia, porq. esta veneracion
se deve, donde ha de estar reservado el Sanctissimo Sacramento de la Eucharistia,
como se pague el justo valor. Y el Señor Phelipe quarto Padre de V.
Magestad (que eterna gloria haya) mandó decretar: Plau á Sa Magestad, que sin
orden particular suyo despachado por el Sacro Supremo Consejo de Aragon, no
se pueda compeler á ningun particular á hazer venda de su cassa, sino fuesse para
ereccion, y construccion de Iglesia, como se contiene en el Capitulo.
Y aunque parece no estan los suplicantes en terminos del acto de cortes porq.
su Convento le tienen fuera de la Ciudad, Y aunq. estuviera dentro de aquella,
estariamos en lo que permite el mesmo auto, pues lo presiso, para que es menester
la cassa, es para la fabrica del coro, porcion principalissima de la Iglesia, segun
el instituto de esta sagrada familia, ha parecido el medio mas eficaz ponerse
con esta representacion á los Reales pies de V. Magestad.
Por tanto supplican quan humildemente pueden sea del servicio de V. Magestad
por medio del Sacro Suppremo Real Consejo de Aragon, mandar librar los
despachos, que convengan, y sean necesarios, para q. la dicha Mariana Perello
les venda la referida cassa para los fines, y efetos expresados como el convento
esta pronto a pagarle su justo valor. Asi lo esperan conseguir de la Grandeza de
V. Magestad