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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
Muy complacido podía estar el Prelado que reeligió a nuestro Prior de El Desierto,
porque a la realización de grandes empresas materiales supo éste mezclar el
orden más disciplinado en la Comunidad a la que no faltó lo necesario para la manutención
y vestuario, guiándola a la vez por las cumbres de la observancia en los
ayunos, pobreza individual, y perfección en los oficios del altar y del coro.
Pero no era voluntad de Dios que prosiguiera en aquel destino; convenía que
conociese otros rumbos, que adquiriese más perfeccionamiento en la ciencia de
gobernar para que se dispusiera a cargos más difíciles. Por cuanto la fama de su
buen gobierno había llegado hasta España, los Superiores vinieron en nombrarlo
Prior del convento entonces más importante de todos, Santa Cruz de la Popa, el
cual nombramiento hecho en Cartagena el 14 de Abril de 1663 fué reconocido por
el primer Capítulo Provincial que se celebró para ejecutar la Patente de erección de
la Provincia.
Alzó, pues, el vuelo el P. Anaya, fué hacia las costas marítimas dejando en luto
al convento de sus místicos ensueños y tomó posesión de la Prelacía. Una cosa consoladora
halló en Cartagena: la Virgen de la Purificación; lo demás le pareció triste
porque estaba su corazón rodeado de ese perfume delicioso que despide el rinconcito
de El Desierto del que permanece uno como embriagado hasta el fin de sus días.
El Desierto tiene algo de celeste; los que con el corazón limpio han vivido en él
pueden exclamar al ausentarse : Oh magna solitudo! Oh sola magnitudo!
Sin embargo, en la vida del espíritu hay que desechar como maligna tentación
todo sentimentalismo por santo que se presente, si implica ejecutar los designios de
la obediencia. Porque la santidad en un religioso es obedecer, y obedecer bien. Estas
reflexiones hicieron que el P. Fr. Andrés se sobrepusiera a los clamores egoístas
de su alma y desempeñase su empleo de la Popa tan perfectamente como en El Desierto.
Allí tuvo un auxiliar muy poderoso para que la comunidad funcionara con
orden y edificación, conviene a saber: la presencia del Provincial Fr. Juan de San
Guillermo, porque dicho se está que donde vivía este Padre reinaba la virtud. Al
propio tiempo la circunstancia de cohabitar tal Provincial y tal Prior dió por resulta