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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
mismo escribíó este Illmo. Sr. Al Vice-Ptrón, el muy Iltre. Sr. Almirante D.
Gabriel Cruzalegui y Arriola, caballero de la Orden de Santiago, Gobernador y
Capitán General de estas islas y Presidente de la Real Audiencia y Cancillería de
ellas, dando parte del citado ruego y encargo que a N. P. Provincial había enviado
y suplicando a este Sr. Gobernador que como Vice-Patrón tomase esta causa
como propia e interpusiese su autoridad y de el Real Patronato con este P. Provincial
para que enviase religiosos ministros y se hiciera cargo la Provincia de la
administración de las referidas islas.
135. En inteligencia de lo referido este señor Gobernador y Vice-Patrón, a
nombre suyo y del Rey nuestro Señor, despachó ruego y encargo a este Nuestro
Padre Provincial representando el grande e incomparable servicio, que haría esta
provincia a ambas Majestades en aceptar el referido ministerio; y que de lo contrario
le hacía responsable ante la presencia de ambas Majestades, de los gravísimos
atrasos y perjuicios y daños que en lo espiritual y temporal resultarían a
las almas de los convertidos y no convertidos en dichas tres islas, según el referido
señor Obispo le había informado. En virtud de los expresados ruegos y encargos
como amantes vasallos de su Majestad y en obsequio a Dios Nuestro Señor
admitimos los Recoletos el Ministerio de las tres islas quedando su administracción
en adelante a nuestro cargo. Este mismo año envió dicho Ntro. P. Provincial
Fr. Isidoro de Jesús María de Prior y primer Ministro de Masbate, a Ntro.
Ven. P. Fr. Juan de S. Felipe, Ex-provincial y Definidor actual de esta provincia,
quien tomó posesión de los pueblos y ministerios de dichas islas a nombre de
ella.
Año 1689. 136. Habiendo hecho vista de ojos y visitado todo el partido con
otros religiosos, que se enviaron de compañeros, no hallando conforme el arreglamiento
de los demás ministerios nuestros, se procuró reducirlo a nuestro método,
y bautizando a muchos, convirtiendo a nuestra Santa fe católica a varios y
reduciendo al gremio de la Iglesia a los que vivían apóstatas de ella en aquellas
islas, en pocos años se hizo constar por los libros de la Real contaduría de la ciudad
de Manila, que desde que tomamos posesión de aquellas islas de Recoletos,
había de aumento en su ministerio trescientos y noventa tributos enteros. Y
hallando nuetros religiosos que la isla de Burías y