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ARTÍCULO X
Inauguración del templo nuevo
Sumario: Bendición de la iglesia.– Procesión.– Soleninidad del acto.– Concurrencia de autoridades,
de cofradías y de fieles.– Lluvia que desconcierta las fiestas.– Procesión por los
claustros.
Para que no faltase el sainete de bien concertadas salvas que suele hacer la Fortaleza
del Alhambra en semejantes fiestas, se solicitó licencia del Consejo de Guerra,
que la dió con generosa liberalidad, viendo era para lucimiento y grandeza del
divino culto. Previniéronse también para nuestra placeta seis grandes morteretes,
clarín y caja para las alboradas, vocaciones y recibimientos de los Tribunales, Cabildos
y Religiones, y variedad de luminarias y bombas para coronar de luces todas
las noches torre, cuartos y galerías de este convento. Y estando todo dispuesto, y
llegándose el tiempo señalado, se pasó a dar principio a las fiestas en la forma siguiente:
De la bendición de la iglesia nueva y procesión que se hizo el sábado 23
de Octubre
Si hubiera de caminar el tiempo a impulsos del deseo religioso, qué pocos instantes
compusieran la noche que precedió al día 23 de Octubre; qué apresuradamente
hubieran concluido en nuestro hemisferio su incesable tarea las obscuridades
para dar lugar a que anticipadamente ameneciese por nuestros horizontes el día más
apetecido de nuestros deseos, pues en él habíamos de ver logrado lo que por tan
dilatados años había sido el blanco de nuestros cariños. Amaneció, en fin, y con su
luz nos dimos los parabienes de nuestra esperada felicidad en mudos acentos, explicados
por la ternura de los ojos, dando