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DÉCADA XI. CAPÍTULO PRIMERO. ARTÍCULO 8 59
Pero en tan universal estrago, aunque perecieron casi todos los conventos, no
se extinguieron del todo. Perdonó a algunos la barbaridad de los moros, dando con
esto lugar a que el árbol de nuestra Orden, aunque despojado de la pompa mayor de
sus ramas, se conservase en algunas. De las cuales aun se conserva hoy el insigne
monasterio de Lorvan, dos leguas de la célebre ciudad de Coimbra, si bien trocado
de suerte en moradores y instituto, que es hoy de monjas bernardas, siendo en tiempo
de los moros de religiosos agustinos.
En esta casa y otras se fué continuando, a pesar de los tiempos y de sus variedades
nuestra Religión sagrada en aquel reino sin haberse roto ya más el hilo de la
sucesión hasta nuestros tiempos, dando en todos fruto tan copioso de santidad y
letras con sus hijos, que después de haber resplandecido en el mundo luces sobre el
candelero de la Iglesia militante, se trasladaron al cielo estrellas de la triunfante.
Fueron de los principales San Profuturo su fundador, San Toloveo, San Fructuoso,
San Martín de Dume arzobispo de Braga, San Renovato arzobispo de Mérida,
San Nunto, San Aveirado, San Román, San Eleuterio, San Antonino, y otros
muchos Santos que en aquellos tiempos nos dejaron con sus santísimas vidas estampadas
sus pisadas en el yermo de nuestra Religión, para que tomásemos la senda
estrecha del cielo.
En nuestra edad y en la de nuestros padres y abuelos gozó también esta Provincia
hijos que en santidad y puestos la ilustraron. Vió Braga sentados en su silla arzobispal
a D. Fray Agustín de Castro o de Jesús, que rehusó el virreinato de Portugal:
a D. Fray Alejo de Meneses, virrey que fué de aquel reino y de la India, presidente
del Consejo de Portugal en la corte de Madrid y Capellán Mayor de los Católicos
Reyes D. Felipe 3.º y Dña. Margarita de Austria. En Coimbra fueron obispos
D. Fray Juan Suárez y D. Fray Gaspar del Casal, primero presidente de Ordenes en
Portugal. En Liria rigieron su catedral el mismo D. Fray Gaspar del Casal y D. Fray
Antonio de S. María, nieto del rey D. Juan el 2.º de aquel reino. La ciudad de Oporto
logró por prelado a D. Fray Juan de Valladares: la de Miranda al mismo y a D.
Francisco Pereira, que también fué electo de Lamego.