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DÉCADA XI. CAPÍTULO CUARTO. ARTÍCULO 6 311
En el año de 1673 ultimo dia de Abril siendo Vicario General de nuestra sagrada
Religion Nuestro padre Fray Francisco de San Jose y Provincial de esta
Provincia de Castilla, el P. Fray Alonso de Santo Tomas Calificador del Santo
oficio y Predicador de Su Magestad y Prior de este Convento de Descalzos de N.
S. P. San Agustin de esta ciudad de Toledo, el P. Fray Miguel de Santiago lector
de Theologia jubilado, se celebro en este dicho convento con festivos aplausos la
entrada de esta Milagrosa Imagen con la ayuda y solicitud del P. Fray Athanasio
de la Concepcion que en esta ocasion era Sacristan Mayor de este convento fue
pues la colocacion en esta forma.
Domingo ultimo día de Abril del mismo año se dispuso una solemne y muy
lucida procesion a cosa de las seis de la tarde para traer a la Virgen S. S. a su casa;
estaba entonces en la de Timoteo Ferrer vecino de esta ciudad, y natural de la
de Valencia, el cual asi como vio entrar esta preciosa joya en su casa dijo (y con
razon) que no tenia que esperar en este mundo mas gloria pues llego el dia de tener
en su casa el rico y precioso tesoro de Maria Santisima de Copacavana. Y esta
Imagen como es tan agradecida, no quiso salir de su casa sin pagarle esta afectuosa
memoria, con declarados milagros, y fue uno el que conto este mismo sujeto
a muchos religiosos, y tambien le publico a algunos Ciudadanos, pues estando
habitualmente enfermo, y desganado de comer, asi como entro esta Señora
en su casa declaro que le habia dado entera salud. Estuvo algunos dias en ella, en
tanto que las fiestas se preparaban, y los vestidos de la Virgen se hacian.
En fin, estando ya todo preparado, y dispuesto salio Maria Santisima de aquella
casa, (aunque con grandes sentimientos y demostraciones de sus dueños, porque
decian que les avia de causar grandisima soledad, la ausencia de N. Señora
de Copacavana), salio de ella como digo para venir a la suya. El acompañamiento
fue mucho, y todo lo mas lucido de Toledo, sin faltar para mas honrra los Canonigos
y Prebendados a la assistencia. Bajo por San Nicolas, Parrochia desta
Ciudad, y subiendo por la calle que llaman de las Cadenas, llego a la Roperia y
desde alli a la Plaça de Çocadober y entrando en la Sillería apenas dio muestras
la voz de un clarin, que llegava a nuestra plaçuela, quando ardio toda en abrasadoras
chispas, por estar prevenido