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DÉCADA XI. CAPÍTULO PRIMERO. ARTÍCULO 3 25
a Filipinas, quedándose algunos de los compañeros en Méjico hasta mejor
oportunidad de embarque. Así, pues, el 4 de Abril hiciéronse a la vela en la nao
almiranta llamada San Telmo; llegaron a Sorsogón el 14 de Julio y a fines de Agosto
a Manila.
El P. Fr. Juan no fué dedicado a las misiones, porque como lo vieran devoto,
edificante y con prudencia, lo nombraron Subprior y Maestro de novicios en el Capítulo
Intermedio que se celebró en Octubre del mismo año en que arribó al archipiélago.
Muy bien parece que ejerció este delicado destino, por cuanto fué reelegido
en el Capítulo Provincial de 1866, y por tercera vez honrado con el Subpriorato
y Magisterio de novicios en el del trienio siguiente. Pero sucedió que a las pocas
semanas de esta reelección quiso Dios premiarle sus merecimientos llevándoselo a
la vida eterna el día 28 de Mayo de 1689. En un libro del archivo provincial de Filipinas
1 se le llama "religioso muy doctto y exemplar".
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Ofrece la particularidad Fr. Francisco de Santa Catalina de ser filipino; prueba
de que Dios Nuestro Señor no abrevia ni localiza la gracia de la vocación en ningún
país, sino que la reparte a todos para que su Iglesia adquiera la nota de católica,
dada la nacionalidad de los que profesan la perfección del Evangelio. Lo que sigue
está tomado del P. Sádaba 2 : "Fue lego. Nació en Manila; fué hijo de Francisco
Aguilar y Juana de Romanico, de la parroquia de Santiago, y profesó el 11 de Junio
de 1651. Según consta del Libro de Consultas de Manila, este Religioso estaba encargado
de la hacienda de San Nicolás el año 1672, y en dicha hacienda murió en
1689; siendo trasladado su cadáver al Convento de Manila y sepultado en el panteón
del mismo, el 9 de junio". Hasta aquí el Catálogo. Pero ¿qué de particular
ofrece este Hermano Lego? Merece el honor de figurar en nuestras Crónicas por el
siguiente elogio suyo 3 : "Fue religioso mui exemplar y obediente". A su muerte, la
Provincia lo equiparó
1 Necrol. de San Sebast., fol. 8 v.º
2 Catál., pág. 739.
3 Necrol. de San Sebast., fol. 8 v.º