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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
había de asistir, la fueron a avisar, y ella respondió que no saldría ya en público en
Inglaterra, pues ya no era Reina, porque no lo era adonde se trataba tan mal a los
católicos. Avisáronle al Rey de la respuesta de la Reina, y yéndola a buscar, la
aplacó, y se desvaneció el nublado armado contra los sacerdotes católicos, quedándose
en el reino como de antes.
Con estos favores de la Reina y asistencias del Rey crece el número de los católicos
en Inglaterra. ¡Oh! quiera el cielo se restituya aquel reino a lo que fué en otros siglos,
y que triunfe la fe de la herejía, volviendo aquella isla a ver restauradas sus
iglesias, y a sus hijos reducidos al dichoso rebaño de Cristo y de su Iglesia Católica.
CAPÍTULO XXXI.
Salen de Londres y se embarcan para Flandes.
Despachadas las cartas de la Reina para el Cardenal Palotto, Protector de nuestra
Orden, y para el General de la Compañía de Jesús, y otra del P. Maestro Fr.
Cristóbal del Rosario, Predicador de la Reina, dominico, para su General, de la cual
se hará mención cuando se escribiere abajo el pleito que hubo en Roma, partieron
los Padres de Londres a embarcar para Flandes. Ofrecióseles compañía de un Secretario
del Embajador de Inglaterra, que residía en Constantinopla, hereje, más
político a lo que parecía que de corazón, o porque lo entendiese. Fueron también
compañeros un deudo del mismo embajador, pero católico, y otro católico, criado
del Secretario.
Pasaron por la ciudad de Cantuaria (Cantorbery) y visitaron su iglesia catedral,
única y dichosa esposa que fué de aquel invicto mártir Santo Tomás. En ella veneraron
el lugar de adonde le precipitaron, cuya memoria se conserva entre los herejes,
no por veneración, sino por antigüedad.
Convidóles a comer un canónigo de esta iglesia, tan grande hereje, que ha escrito
en defensa de su disparatada secta: y con tanta reputación de docto entre ellos,
que por sus desdichadas letras aspiraba a ser obispo. Este, antes de la mesa y en ella
trabó con los Padres disputas en materias de religión, y en ellas descubrieron muy