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DÉCADA XI. CAPÍTULO PRIMERO. ARTÍCULO 8 133
ni convenía que hubiese Descalzos Agustinos en Portugal, ni ellos tenían fundaciones
de que hacer Congregación. Hízose esta información a instancia de los PP.
Calzados, los cuales viendo al P. Prior juntar fundaciones, juzgaron que lo hacía en
orden a que la Congregación de le diese licencia para erigir una Congregación aparte,
según la esperanza que de ello le daba el decreto que trajo de Roma: y para contraminarle
este intento, sacaron la dicha información, y se la enviaron a Roma a su
Procurador Acevedo, para que en la ocasión se valiese de ella.
No hacía esta información quizá mucho al caso: porque pretendiéndose con
ella no se erigiese una nueva Congregación, el pleito y pretensión presente era
acerca de que se confirmase la unión. Pero no obstante esto, presentóla el P. Acevedo
a la Sagrada Congregación de Regulares: y fiando quizá poco de su fuerza, la
añadió una razón fingida, diciendo que no se podía conceder la unión que pretendían
los Descalzos, porque ellos no tenían convento que unir, sino solamente un hospicio.
Con esto y quizá con otras industrias lo barajó de suerte el P. Mtro. Acevedo,
que la Sagrada Congregación no se atrevió a tomar resolución final en el caso, sin
nueva y más cumplida información del hecho. Para lo cual escribió el P. Procurador
General de los Descalzos a Portugal, pidiendo que le enviasen papeles auténticos en
testimonio de la verdad: a lo que respondió el P. Prior enviándole papeles de donde
constaban los puntos siguientes:
Que la serenísima reina Dña. Luisa, que está en el ciclo, fundó en
Lisboa dos conventos, uno de frailes y otro de monjas de la Orden Descalza
de San Agustín N. Padre, y que en ellos se vive con tal virtud y ejemplo,
que parece haber reflorecido en ellos el rigor primitivo de nuestros
primeros Padres del yermo. Va esta certificación firmada de mano de los
mayores prelados, dignidades, canónigos, títulos y caballeros de Portugal.
– Que en el convento de los frailes de Lisboa hay número, observancia,
reformación y oficinas, que hacen un perfecto convento.
– Que hay además en diversas partes otras cuatro fundaciones; y que
todas tienen sobrada renta de la que se requiere en Portugal para conventos
recoletos.
– Que para las obras de los dos conventos de frailes y monjas de