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HISTORIA GENERAL DE LA ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS
se les avian aficionado: assimismo manifesto los informes, que dieron a Su
Magestad el Presidente, Oydores, Arzobispo, y Cabildo eclesiastico, y Secular, y
demás vecinos, con los quales (informes) el Padre Fray Francisco de la Resurreccion
avía venido á España, donde solicito, no solo que fuesse Hospicio, sino Convento:
y que teniendo esto en buen estado, murió, conque por entonces cesso dicha
pretension; pero que N. P. Vicario General solicitaba lo mismo, y esperaba en breve
la aprobacion del Rey; por lo cual suplico se sobreseyesse en aquellas Provincias
hasta venir de la Corte la resolucion. Dixo tambien que dicho Hospicio era para el
recogimiento de los Religiosos que acudian a estudiar del Convento de la Candelaria:
añadiendo, que aunque en Tunja avia una Casa en la cual habitaban Religiosos,
era esto por orden de la Ciudad, para que cuidassen de la Ermita de San Laureano,
la qual servía también de Enfermeria para los Religiosos de el Desierto de la Candelaria
por no aver alli Medico ni Botica; por lo qual no podia comprehenderse en
la prohibicion de la Real Cedula.
Comparecieron luego ante la Real Audiencia por si, y en nombre de los demas
vecinos Juan Ruiz Cerceño, Nicolás Rodriguez, Juan de Nogales, Christoval Garcia,
y Juan Barréto, los quales representaron la mucha asistencia de nuestros Religiosos,
y que sin ella avían de padecer muchos desconsuelos; que avía muchos pobres
que por no tener vestido no oirian alli Missa si no estuviera alli nuestro Hospicio;
que los Religiosos de él los assistian en sus necessidades y que les enseñaban
por caridad con repetidos sermones; por lo qual suplicaban no se permitiesse la
demolicion hasta que se infomasse de todo á su Majestad. Las misma suplica hizo
Don Juan Cortés Vasconzelos, Procurador General de la Ciudad, por lo que toca al
bien publico; alegando, que Justicia, Cabildo y Regimiento estando en Ayuntamiento,
conocieron y acordaron las conveniencias espirituales, que se han seguido y
siguen a los Vecinos del Barrio en que está el Hospicio, pues en él, no hay otra
Iglesia ni Convento donde puedan acudir para confessarse, y que los Religiosos a
todas horas los assisten con gran caridad; por lo cual pedía se suspendiesse la demolición
de dicho Hospicio, porque esperaba, que su Magestad daría licencia para
su conservacion enterado de la utilidad que se seguía de él. El Bachiller Pedro Rodriguez
de Santisteban, Fiscal Eclesiástico y Capellán de Coro de