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DÉCADA XI. CAPÍTULO QUINTO. ARTÍCULO 4 375
"No desmayan con los peligros los Recoletos, hijos del Gran Capitan de la Iglesia,
San Agustín; que como este Maximo Doctor supo exgrimir tan
diestramente la espada de la palabra divina y sin espantarle los
venció y destrozó quedando confusas las Heregías a sus plantas
y triunfante la Verdad Católica, tienen también sus Hijos como
heredado el valor." Pág. 170.
"El Prelado que va delante en las acciones virtuosas haze suave violencia a sus inferiores
para la imitación." Pág. 174.
"Piensan los que saben poco de perfección que la santidad no es grande si no haze
ruido con milagros: y se engañan, porque, antes bien, la mayor
es menos ruidosa; al modo de los rios que quanto más recogidos
y profundos corren sin oirse." Pág. 337.
Por lo demás, cómo juzgaron los contemporáneos del autor este tomo dícelo en
primer lugar el P. Fr. Alonso de Santo Tomás, censor del libro, cuando asegura que
el libro "será muy del servicio de Dios, y de la Iglesia, (y digno de) que lo eternize
la Prensa, para que vnido con el Primero, haga inmortales los aplausos, que gozan
en el Cielo, y merecieron en la tierra, los Heroes Gloriosos que se mencionan en él;
y los que merece Nuestra Sagrada Reforma, por ser la Madre fecunda que peremnemente
los páre y los cria". El P. Manuel de Nájera, jesuita, declara a continuación:
"Bien se conoce, que con superior impulso le eligio su Sagrada Religión para
su Cronista. Eran las Acciones obradas por esta Sagrada Religión, sobre Heroycas,
muy Ilustres, no podían ajustarse manos agiles, y sutiles plumas. El Historiador es
tal, que conservando a la Verdad todo su decoro, la refiere con elegante, y sabroso
estilo. No le mueve ser la Historia propia, para discrepar vn punto de la entereza.
Esta delineada con quantos primores sabe la Retorica y Retoricas la Eloquencia:
con que lo que se remitió para la Censura, es dignissimo de Alabança. Juzgo por
bien vniversal, de todos los que la leyeran, esta Historia; y asi que se debe dar,
quanto antes, á la Estampa. I está tan lejos de maligna sospecha, acerca de Virtudes,
y costumbres, que no la igualará la Alabança. Este es mi sentir". En la aprobación
dada por el Doctor D. Alejandro Ruiz y Bañez, catedrático de Salamanca se lee este
elogio: "Obra digna del Religioso zelo de su Autor, en que si como Orador discreto
deleyta con el suave estilo de su Eloquencia, como Historiador grande, enseña, y