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DÉCADA XI. CAPÍTULO CUARTO. ARTÍCULO 3 275
y nueve Religiosos, si nos atenemos a lo consignado en el texto de la mencionada
Historia de Padres Dominicos. Hemos consultado el Compendio de la Reseña
biográfica de los Religiosos de la Provincia del Santísimo Rosario de Filipinas,
impreso en Manila a. 1895 (páginas 281-302), y de su lectura nada hemos podido
sacar en limpio para ilustrar el asunto".
La diferencia que hay entre lo aseverado por éste y lo que estampamos nosotros
es explicable: él se valió, como hemos dicho en otro lugar, del Libro 1.º de
misiones en que se apuntaban los individuos según iban desembarcando en Manila;
tal libro merece crédito no pequeño, si bien en algunos detalles claudica; también lo
merecen los documentos del archivo de Sevilla. Pues ¿cómo ni por dónde se pueden
compaginar cosas tan encontradas? Por ventura, diciendo que se embarcaban
todos, pero o bien morían algunos durante tan larga navegación, o bien se quedaban
en las Antillas y en Méjico por razón de enfermedad, u otras razones, de modo que
no todos los que se embarcaban en Sevilla o Cádiz desembarcaban en Manila.
Ejemplo de ello bríndanos precisamente el P. Marcos de San Agustín que se incorporó
con esta misión, y al llegar a Méjico no pudo continuar el viaje hasta el año
1711 en que pasó por allí otra de Recoletos. Sin embargo, observamos que en la
lista que nos dá el Catálogo faltan quince religiosos de los que figuran en las listas
de la casa consignataria de Sevilla, y son muchos para que resulte aceptable la explicación
arriba apuntada. Por otra parte, en la lista de Sevilla faltan cinco de los
que trae el P. Sádaba. De todos modos, a Manila parece que no llegaron en el año
de 1694 sino los que este historiador trae, tomados del Libro de misiones. Ni los
quince que faltan arribaron allí en fecha alguna, porque de lo contrario habría en el
archivo provincial huellas de su vida en Filipinas y el autor del Catálogo traería en
su lugar correspondiente los datos que hubiera encontrado.
Sirven los documentos siguientes para dar noticia clara y distinta de los individuos
que componían la misión, y para que en su día sean aprovechados por el Cronista
que formará las biografías de los que lo merezcan, pues nosotros no biografiaremos
a todos los que aquí figuran, pero sí marcamos a todos como misioneros porque
nuestro actual objeto es hablar de la misión como tal. Hállanse los documentos
en