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COLECCION ESCUELA DIPLOMATICA_NUM 18

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CAPÍTULO 4 > NUEVAS TENDENCIAS. LA DIPLOMACIA DE LOS CIUDADANOS<br />

vimientos migratorios globales, es cada vez más<br />

frecuente que los -ahora- ciudadanos de un país<br />

hayan nacido en otro y adquirido una nueva nacionalidad,<br />

identidad y valores al asentarse en<br />

éste a largo plazo; sin embargo, muchos buscarán<br />

conectar con sus diásporas en el proceso de<br />

integración al que será su nuevo país.<br />

Las migraciones internacionales han jugado un<br />

rol muy importante en la historia de España, un<br />

país que ha pasado de ser emisor de emigrantes<br />

a receptor de inmigrantes. La interacción con<br />

las diásporas tiene un potencial infinito para la<br />

diplomacia pública. Leonard (2002) las ve como<br />

“enlaces vivientes” que proporcionan la destreza<br />

lingüística, el conocimiento cultural, la visión<br />

política y la inteligencia humana que pueden<br />

facilitar una política exterior exitosa. Debemos<br />

ver a las diásporas como herramienta y capital<br />

de la diplomacia pública.<br />

Siguiendo uno de los modelos de Gilboa (2011)<br />

sobre diplomacia pública de diáspora (Modelo<br />

2), podemos observar lo siguiente: los miembros<br />

de las diásporas que viven en España están siendo<br />

influenciados por la Diplomacia Pública española<br />

que se conduce dentro de España; ellas,<br />

a su vez, se comunican con sus nacionales fuera<br />

de España y ese público foráneo -en el país anfitrión-<br />

se comunica con su gobierno, influenciando<br />

la toma de decisiones, lo cual genera un<br />

cambio de actitud y en definitiva, resulta en una<br />

mejor relación entre los dos estados. El baluarte<br />

de las diásporas para la diplomacia pública es<br />

incomparable, pues involucra: la credibilidad<br />

con el país anfitrión y sus ciudadanos, el conocimiento<br />

del idioma, la cultura y sus tradiciones,<br />

la familiaridad con los medios de comunicación,<br />

políticos y burócratas y los jugadores<br />

más importantes, lo que las hace una fuente<br />

para la comunicación y armonización.<br />

Vivimos en un mundo interdependiente donde<br />

somos testigos de una internacionalización de los<br />

asuntos domésticos y una “domesticación” de los<br />

asuntos internacionales. Desde España se puede<br />

tener acceso a la información de cualquier parte<br />

del mundo en cuestión de segundos. Eventos que<br />

están sucediendo al otro lado del Océano Atlántico<br />

tendrán repercusiones en las políticas locales y<br />

Regionales mientras que las políticas locales también<br />

pueden generar un eco internacional.<br />

Como Estado anfitrión, España ha de escuchar<br />

activamente a las diásporas procedentes de Latinoamérica,<br />

África, Oriente Medio, Europa y<br />

Asia. En ese esfuerzo de conectar, además de<br />

facilitar un espacio para el diálogo, el Gobierno<br />

estaría educando al público nacional sobre las<br />

culturas y países de estos grupos, así como del<br />

porqué de la Acción Exterior en sus respectivos<br />

países. Asimismo, el permitir un rol más activo a<br />

esos grupos en las comunidades que los reciben<br />

podría promover una integración armoniosa en<br />

la sociedad española.<br />

Para reflexionar sobre este argumento consideremos<br />

el caso de España, un país con patrones<br />

de migración mixtos. Los descendientes de los<br />

ciudadanos españoles que dejaron España a<br />

principios del siglo XX ahora regresan a la “madre<br />

patria”, la cuna de sus padres y abuelos, e<br />

intentan adaptarse a la vez que compiten con las<br />

oleadas de inmigrantes forzados provenientes<br />

del Norte de África, de África Sub-Sahariana, de<br />

Europa del Este y de Asia. A pesar de los distintos<br />

retos que estos flujos impredecibles puedan<br />

suponer, el Gobierno español les ha prestado<br />

atención a la hora de desarrollar sus objetivos<br />

de Política Exterior, escuchando a las diásporas<br />

dentro de sus fronteras. Es en ese proceso<br />

en que ha desarrollado la red de Casas que si<br />

bien fungen de hogar para el público internacional<br />

que vive en España, también han logrado<br />

acercar a los españoles a otras culturas creando<br />

nexos que fortalecerán las relaciones exteriores<br />

a nivel institucional.<br />

Este acercamiento supone una ventaja significativa<br />

para la diplomacia pública, tener un<br />

impacto positivo sobre la opinión pública. Al<br />

hablar de diplomacia pública nos referimos a los<br />

esfuerzos intencionales conducidos entre actores<br />

internacionales -no necesariamente estatales-<br />

con el propósito de alcanzar algún objetivo<br />

de política exterior. La diferencia principal<br />

entre este tipo de diplomacia y la diplomacia<br />

tradicional es la centralidad del contacto con el<br />

ciudadano común, de ahí su adjetivo “público”.<br />

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