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COLECCION ESCUELA DIPLOMATICA_NUM 18

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1.3. COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA Y DIPLOMACIA PÚBLICA<br />

raciones de prestigio y por la tentación de utilizar<br />

a la opinión pública como un elemento integrado<br />

en toda la negociación" (Eban, 1983:347).<br />

En efecto, el uso intensivo de los medios puede<br />

dificultar una negociación, que exige la cesión<br />

de las partes en algún momento. El exceso de<br />

transparencia puede conducir al fracaso en la<br />

medida en que si las audiencias, los periodistas<br />

y los negociadores conocen de antemano las líneas<br />

rojas, se complica la capacidad de negociación.<br />

Quien cede aquí o allí puede verse como<br />

perdedor y, esto mismo, dificultar un acuerdo.<br />

Pero la transparencia está aquí para quedarse. La<br />

lección de Wikileaks pasa por comprender que<br />

ninguna institución puede alegar ya la raison de<br />

être para actuar en el exterior. Seguirá habiendo<br />

secretos oficiales, pero habrá que comprender<br />

que la opinión pública quiere conocer más y<br />

mejor cómo se desarrollan los acontecimientos.<br />

En palabras de Borja Bergareche, necesitamos<br />

menos secretos pero mejor guardados (2011).<br />

Éste el nuevo entorno en el que se desarrolla la<br />

diplomacia. No ha cambiado la definición clásica<br />

de Berrigde ("la conducción de las relaciones<br />

internacionales por negociación, más que por<br />

la fuerza, la propaganda, o el recurso del derecho,<br />

y por otros medios pacíficos – como recabar<br />

información o generar buena voluntad- que<br />

están directa o indirectamente diseñados para<br />

promover la negociación. Una actividad esencialmente<br />

política y una institución del sistema<br />

internacional"), sino la naturaleza abierta de la<br />

misma. En este sentido, “la diplomacia ha caído<br />

bajo el escrutinio de los medios de comunicación<br />

y la opinión pública" (Gilboa, 2008:55) y el<br />

proceso no parece tener marcha atrás.<br />

En este contexto, los actores tienen que revisar<br />

la estrategia de comunicación internacional y<br />

adaptarse a las nuevas estructuras. La diplomacia<br />

no se ha dotado aún de los instrumentos para<br />

afrontar el desafío que supone la comunicación<br />

como parte del proceso mismo de redefinición<br />

de la soberanía y la capacidad de acción de los<br />

actores internacionales. En el proceso, comunicación,<br />

estrategia y diplomacia pública van de<br />

la mano.<br />

Estrategia y comunicación<br />

La estrategia es el arte de gobernar y dirigir los<br />

proyectos. A su manera, es la sobrenaturaleza<br />

que generan las instituciones para gobernarse<br />

en un entorno dado. La estrategia tiene que llevarnos<br />

a la creación de una ventaja competitiva,<br />

uno o varios aspectos en lo que podemos ser mejores<br />

y diferentes. Por su condición de gobierno,<br />

las decisiones estratégicas cimientan el edificio<br />

y dotan de sentido a las decisiones operativas.<br />

Una buena estrategia principia en la definición<br />

de los valores que rigen el proyecto. Los valores<br />

fijan los comportamientos y las actuaciones, por<br />

lo que podemos deducir de ellos qué decisiones<br />

son adecuadas o no. La profesora Anne-Marie<br />

Slaughter considera que los valores fundamentales<br />

de la acción exterior de Estados Unidos son<br />

la libertad y la democracia, así como la tolerancia,<br />

la humildad y la fe en sus propios ideales. En<br />

su análisis, entiende que el creciente antiamericanismo<br />

también está relacionado con la desviación<br />

de estos valores. Literalmente, su crítica<br />

a la doctrina realista y al movimiento neoconservador<br />

se concreta en que "the country as a<br />

whole is going in the wrong direction, are uncertain<br />

about the role that America should play<br />

in the world " (2007).<br />

El corazón de la gestión estratégica se sitúa en el<br />

largo plazo, en el establecimiento de una misión<br />

que delimite los objetivos, las necesidades y los<br />

recursos de los que dispone. La misión genera<br />

un marco de decisión, que facilita y estructura<br />

la toma de decisiones. Aquellos proyectos que<br />

no cuadran con la estrategia se pueden rechazar<br />

más fácilmente, mientras que se simplifica<br />

la operativa diaria. Podemos aprender de la<br />

experiencia de los países que han optado por<br />

una diplomacia nicho, esto es, una diplomacia<br />

especializada. Si un país es capaz de ser reconocido,<br />

admirado y recompensado por su ventaja<br />

competitiva, ésta se convierte en una oportunidad<br />

permanente para influir en la arena internacional.<br />

Dos países de corte desigual ha utilizado<br />

esta vía. Por un lado, La política exterior<br />

de Canadá se plantea como misión participar<br />

activamente en la vida internacional mediante<br />

la ayuda a los países en desarrollo y el apoyo a las<br />

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