COLECCION ESCUELA DIPLOMATICA_NUM 18
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4.11. DEFENSA E IMAGEN NACIONAL EN EL SIGLO XXI<br />
guerra pero con ella en el horizonte, la labor del<br />
soldado se fusiona con la del diplomático, sustituyendo<br />
los blindados por notas, y los disparos<br />
por comunicaciones oficiales.<br />
Aún cabría añadir una situación más: la del soldado,<br />
agregado militar en las embajadas o legaciones<br />
diplomáticas a lo largo del mundo. A medio camino<br />
entre el diplomático y el consejero militar<br />
de las organizaciones internacionales, el agregado<br />
militar desempeña su labor representando a su<br />
país ante el anfitrión, bien que sin dejar de lado<br />
que lo hace con la vista puesta en el uso de la fuerza<br />
de su nación o en sus intereses de defensa.<br />
En todos los casos -en las operaciones militares<br />
y en las organizaciones internacionales de seguridad<br />
y defensa, así como en las embajadas por<br />
todo el mundo-, las Fuerzas Armadas encarnan a<br />
la nación española, y sus actos y conductas son los<br />
actos y conductas de esa nación: se diferencian así<br />
de los empresarios, los turistas o los estudiantes<br />
de intercambio, que sólo representan a la nación<br />
en términos lejanos e indirectos. Pero el soldado,<br />
como el diplomático es la imagen de España en<br />
sentido estricto: políticamente, ambos son la nación<br />
allí donde desarrollan su labor.<br />
Este es el sentido primario y original de la expresión<br />
"imagen de España en el exterior" referido<br />
a las Fuerzas Armadas. Del que se deriva<br />
una consecuencia, que se ha expresado tradicionalmente<br />
en las ordenanzas y los códigos de<br />
conducta militares: en cuanto depositarios de la<br />
imagen de la nación, la responsabilidad de hacerlo<br />
correctamente recae sobre los uniformados.<br />
De ahí se derivan buena parte de las virtudes<br />
militares y castrenses, desde el honor hasta<br />
el sacrificio, derivadas de la peculiar forma de<br />
encarnar a la nación.<br />
La imagen nacional, parte sustancial<br />
de la Defensa<br />
Las Fuerzas Armadas constituyen así un elemento<br />
fundamental en la imagen exterior de<br />
un país; sobre sus miembros recae la representación<br />
de la nación ante el exterior. Pero desde<br />
un punto de vista más amplio, la imagen exterior<br />
de un país constituye también un elemento<br />
fundamental en su defensa. Y son dos factores<br />
los que explican hoy esta segunda situación.<br />
Por un lado, la sociedad moderna ha experimentado<br />
un proceso de progresiva complejidad:<br />
en el siglo XXI es más compleja económica,<br />
social e institucionalmente que cualquier sociedad<br />
del pasado, de manera que las distintas<br />
áreas sociales se funden y se superponen entre<br />
sí. Decisiones aparentemente e inicialmente<br />
inicuas, tienen repercusiones directas en la<br />
seguridad y la defensa de un país. Esto ha supuesto<br />
que sean asuntos que hoy atraviesan la<br />
práctica totalidad de la gestión gubernamental;<br />
incluso no gubernamental. Esto ha llevado a<br />
que, en la actualidad, los presidentes y los primeros<br />
ministros hayan ido adquiriendo un mayor<br />
protagonismo en la gestión y decisión de las<br />
grandes cuestiones estratégicas de los países 5 . Y<br />
que ellos mismos encarnen la política de defensa<br />
de cada nación.<br />
Por otro lado, desde la Segunda Guerra Mundial<br />
los conflictos son eminentemente ideológicos:<br />
las guerras se libran en la actualidad en defensa<br />
de los derechos humanos, la liberación de los<br />
pueblos o la defensa de la democracia. Lo que<br />
sitúa la legitimidad ideológica o incluso moral<br />
en el centro de toda decisión estratégica. El caso<br />
de la intervención de los países de la OTAN en la<br />
guerra civil libia ejemplifica bien esta característica,<br />
que alcanzó sus mayores cuotas de polémica<br />
con ocasión de la guerra de Irak en el año<br />
2003. En ambos casos, la imagen formada del<br />
conflicto y de sus contendientes al comienzo<br />
determinó el desarrollo de la guerra.<br />
Las dos cosas al menos –el carácter global de<br />
la seguridad y la ideologización de los conflictos-<br />
hacen que la defensa vaya actualmente<br />
más allá que lo que tradicionalmente se vienen<br />
conociendo como sus instrumentos: fuerzas<br />
armadas, fuerzas de seguridad o servicios de<br />
inteligencia. Y que repose además en términos<br />
5 Véase por ejemplo FOJÓN, ENRIQUE y ARTEAGA, FÉLIX, “El planeamiento de la política de seguridad y defensa en España”, Instituto<br />
Gutiérrez Mellado, 2007.<br />
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