COLECCION ESCUELA DIPLOMATICA_NUM 18
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CAPÍTULO 4 > NUEVAS TENDENCIAS. LA DIPLOMACIA DE LOS CIUDADANOS<br />
a nuestra filosofía, a un estilo propio de hacer<br />
cocina, y esta es la mejor prueba de la buena salud<br />
de nuestra gastronomía: la variedad, la confianza<br />
en la propia valía, la confirmación de la<br />
vía por la que cada uno ha optado. Empezaron<br />
a llegar en aquella misma década los reconocimientos<br />
internacionales, y a las tres estrellas<br />
ya citadas de Zalacaín, se sumaron las del restaurante<br />
de Juan Mari Arzak. Más tarde han llegado,<br />
ya hasta hoy, las de Can Fabes (de Santi<br />
Santamaría), elBulli, Akelarre (de Pedro Subijana),<br />
Sant Pol (de Carme Ruscalleda) y El Celler<br />
de Can Roca (de Joan Roca y sus hermanos Josep<br />
y Jordi).<br />
No cabe duda de que estas fechas marcan el ingreso<br />
de la cocina española en el panorama europeo,<br />
algo que hasta entonces parecía impensable.<br />
Los polos a los que aludía anteriormente<br />
ya no son dos o tres: son muchos. En el País<br />
Vasco, en Cataluña, en Madrid, en la Comunidad<br />
Valenciana, en Galicia, en Andalucía, en<br />
las dos Castillas, en Asturias... en realidad debería<br />
enumerar una a una las 17 comunidades,<br />
pues en cada una hay profesionales que están<br />
realizando una labor excelente. Desde finales<br />
de los noventa, el panorama se ha ensanchado<br />
considerablemente, y certámenes y congresos<br />
gastronómicos sirven para intercambiar técnicas<br />
y conceptos y certifican esta buena salud a<br />
la que me estoy refiriendo. Nuevas generaciones<br />
de cocineros, muchos de ellos con las mayores<br />
calificaciones en las guías nacionales e internacionales,<br />
siguen ejerciendo con profesionalidad<br />
y brillantez.<br />
En la primera década del siglo XXI se ha ido<br />
afianzando, primeramente en España y luego<br />
ya en todo el mundo, un tipo de cocina que nació<br />
en 1994 en elBulli y en otros restaurantes, y<br />
que conocemos hoy en día por cocina tecnoemocional.<br />
Se trata de una cocina que constituye<br />
una evolución respecto a las generaciones anteriores,<br />
y que se distingue, en primer lugar, por<br />
el hecho de que el cocinero ya no crea recetas<br />
individuales, sino técnicas, conceptos y elaboraciones<br />
que le permitirán crear multitud de<br />
recetas. Y en segundo lugar, por lo que denominamos<br />
el sexto sentido, es decir, la introducción<br />
del raciocinio en el acto de crear y de comer, es<br />
decir, elementos intelectuales como el juego, la<br />
provocación, la descontextualización, la sorpresa...<br />
Este tipo de cocina se vio reconocido<br />
a principios de la década que estoy citando por<br />
periódicos especializados y generales de todo<br />
el mundo. Hoy en día, la gran mayoría de restaurantes<br />
de alta cocina de todo el mundo han<br />
bebido de las fuentes de este tipo de cocina de<br />
vanguardia que nació en España, y así lo reconocen<br />
sus propios representantes.<br />
Restauración, hostelería, turismo<br />
Todos estos hechos son conocidos y comprobables:<br />
son fechas, nombres, movimientos, estilos,<br />
acontecimientos que se pueden consultar y<br />
corroborar en las hemerotecas y en Internet. Lo<br />
que tal vez nunca ha sido motivo de reflexión es<br />
un hecho muy curioso: el carácter espontáneo<br />
y autónomo de este fenómeno. España es una<br />
referencia mundial en tendencias culinarias, en<br />
este punto estamos de acuerdo, la restauración<br />
española mueve a cientos de miles de personas<br />
que acuden atraídas por nuestros restaurantes,<br />
nuestros cocineros ocupan las portadas de las<br />
revistas y son cabezas de cartel en los eventos<br />
gastronómicos más importantes del planeta.<br />
Y todo ello se ha producido sin ninguna estrategia,<br />
sin que ningún estamento ni persona lo<br />
planificara o lo fomentara, sin que se redactaran<br />
unos protocolos o una declaración de intenciones,<br />
sin conversaciones ni convenios con las<br />
instituciones.<br />
Los propietarios de los restaurantes, cocineros<br />
o restauradores, en su gran mayoría no actuaban<br />
siguiendo ninguna estrategia empresarial,<br />
no contaban con ninguna experiencia en temas<br />
financieros ni de gestión, se movían por pura<br />
intuición de cómo debía ser un negocio, y en<br />
cualquier caso suplantaban estas lagunas con<br />
una gran pasión por su trabajo. Hoy, cuando<br />
hablamos de la cocina española de vanguardia,<br />
aparecen tranquilamente conceptos como I +<br />
D + I, hablamos de innovación, de talleres, de<br />
interdisciplinariedad. Esto era impensable hace<br />
veinte años. Dicho sea de paso, la introducción<br />
de todos estos términos y los conceptos correspondientes<br />
también se produjo por primera vez<br />
en España.<br />
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