COLECCION ESCUELA DIPLOMATICA_NUM 18
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CAPÍTULO 4 > NUEVAS TENDENCIAS. LA DIPLOMACIA DE LOS CIUDADANOS<br />
tra idea acerca de las futuras actividades es un<br />
centro en el que se estudie la eficacia en creatividad.<br />
Y para ello contaremos con los mejores<br />
creativos, no sólo en cocina, sino en campos<br />
diversos, como publicidad, marketing, diseño,<br />
arquitectura, arte, industria alimentaria, etc.<br />
En cualquier caso, y volviendo de nuevo a la<br />
crisis, hay quien podría considerar que, en un<br />
contexto socioeconómico (y anímico) como el<br />
actual, el de esta recesión profunda y duradera<br />
que abarca todos los sectores y capas de nuestra<br />
sociedad, una iniciativa de este género era innecesaria,<br />
o incluso frívola o inconsciente. En<br />
mi opinión, es justamente lo contrario. Quiero<br />
reivindicar algo que no soy el primer que defiende,<br />
y en lo que coinciden los máximos expertos,<br />
algo que me parece de sentido común:<br />
ante las adversidades, lo que hay que hacer es<br />
potenciar lo que nos distingue respecto de otros<br />
países, ha que buscar la excelencia, la oportunidad<br />
para desarrollar la creatividad. En definitiva,<br />
lo que quiero defender es la capacidad para<br />
transformarse, para elegir el mejor camino, en<br />
los buenos momentos, desde luego, pero con<br />
mayor razón cuando la coyuntura no es tan favorable.<br />
Valentía, pues, espíritu de sacrificio,<br />
conciencia de nuestra singularidad, voluntad de<br />
realizar un esfuerzo continuado, movimientos<br />
atrevidos pero racionales, y una apuesta integral<br />
por lo que nos convierte en sobresalientes.<br />
Un patrimonio único<br />
La cocina española ha recorrido un camino espectacular<br />
en las últimas dos décadas, y con<br />
esta afirmación no estoy diciendo nada que<br />
no sepamos. Ha impuesto su voz y se ha erigido<br />
en una referencia admirada por cocineros,<br />
gourmets, críticos e incluso creativos de todo<br />
el planeta. Existen varios factores que explican<br />
su posición preponderante en la gastronomía<br />
mundial, pero ninguno de ellos nos habría llevado<br />
donde estamos si no hubiéramos contado<br />
con un patrimonio único en cuanto a productos<br />
y a tradición culinaria propia.<br />
En cuanto a los productos, no es la primera<br />
vez ni la última que me manifiesto encantado,<br />
que me declaro afortunado ante los productos<br />
y los productores españoles. Sin duda, para los<br />
cocineros resulta un auténtico lujo contar con<br />
una despensa semejante. Ello se debe sin duda a<br />
nuestra situación geográfica y a la climatología<br />
que tenemos la fortuna de disfrutar. Un clima y<br />
una situación que, de hecho, no son uno, sino<br />
varios. En esta diversidad reside obviamente<br />
la enorme y plural oferta de productos de todo<br />
tipo y de primerísima calidad.<br />
En España tenemos la suerte de contar con tres<br />
frentes marinos que garantizan una variedad<br />
y una calidad de pescados y mariscos que creo<br />
que es insuperable en todo el mundo: el Mediterráneo,<br />
el Atlántico y el Cantábrico.<br />
El otro factor deriva del anterior y lo potencia.<br />
En efecto, la cultura gastronómica sería el otro<br />
pilar en el que se sustenta nuestra riqueza culinaria<br />
tradicional, ya que sin ella no bastaría ni<br />
nuestra situación geográfica ni nuestro clima.<br />
Fruto de esta larga tradición culinaria, de nuestra<br />
secular riqueza de productos, pero también<br />
de la voluntad de inserirse en la modernidad,<br />
España se está distinguiendo entre los países<br />
punteros en el sector de las marcas alimentarias.<br />
Y además, en muchas gamas de productos,<br />
tanto en los que podríamos denominar de<br />
lujo como en los de consumo más popular. Poca<br />
gente habrá que dude ya de que el mejor jamón<br />
se obtiene dentro de nuestras fronteras, o de<br />
que pocos aceites pueden igualar a los que, en<br />
Andalucía, en Cataluña o en otras regiones, se<br />
prensan cada año para los consumidores españoles<br />
y, cada vez más, para un público conocedor<br />
que también en el extranjero aprecia la<br />
exquisitez de nuestros aceites de oliva. Nuestros<br />
quesos rivalizan con los de países que cuentan<br />
también con una larga tradición. Contamos<br />
además con excelentes conservas, tanto de mar<br />
(acaso las mejores del mundo) como de hortalizas.<br />
Y nuestros vinos, en un momento en que el<br />
mercado mundial se está redefiniendo en torno<br />
a dos polos, los de los vinos del Viejo Mundo y<br />
los del Nuevo Mundo, se hallan situados en una<br />
posición inmejorable para afrontar el futuro con<br />
garantías. Por no hablar de muchos otros campos:<br />
hortalizas, legumbres, frutas, tanto autóctonas<br />
como tropicales, frutos secos, turrones,<br />
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