COLECCION ESCUELA DIPLOMATICA_NUM 18
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CAPÍTULO 4 > NUEVAS TENDENCIAS. LA DIPLOMACIA DE LOS CIUDADANOS<br />
nidad. A este respecto, hay que poner todos los<br />
medios posibles para que el deporte femenino<br />
crezca en número y en atención, como fórmula<br />
que ayude a que España en materia deportiva sea<br />
un país que nunca descuide los valores de igualdad<br />
e integración entre sus habitantes.<br />
La armonía en las relaciones entre los deportistas<br />
españoles y sus rivales es clave. Sin ninguna<br />
duda la aportación del deporte a la Marca España<br />
también se abastece de las opiniones elogiosas<br />
de los potenciales competidores. Es muy<br />
frecuente que la mayoría de nuestros contrincantes,<br />
pertenecientes a cualesquier país asignan<br />
a los deportistas españoles la condición de<br />
rival que compite siempre con limpieza, y que<br />
lo mismo sabe afrontar la victoria que acepta<br />
la derrota, y que nunca pretende aprovecharse<br />
de ventajas que trasciendan a las circunstancias<br />
internas del propio deporte. La estima que profesan<br />
a nuestros deportistas los entrenadores,<br />
técnicos, deportistas de otros países es una opinión<br />
acotada en cuanto a su alcance, pero muy<br />
relevante para conocer las sensaciones humanas<br />
que desprende el equipo español por unos<br />
interlocutores tan adecuados y fiables como<br />
esos compañeros con los que comparten modalidad<br />
y, en algunos casos, entrenamiento. La<br />
información que se suministra de primera mano<br />
es siempre una referencia inestimable.<br />
Otra de las características que refuerza considerablemente<br />
la marca España en relación a<br />
las connotaciones que transmitimos al exterior<br />
en es el progresivo respeto y admiración que se<br />
profesa en nuestro país hacia el deporte adaptado.<br />
Ceder protagonismo a personas con limitaciones<br />
y que luchan con denuedo por superarlas<br />
y poder convertirse en deportistas de élite para<br />
un país, es una exigencia que debe asumir el Estado<br />
para que se venza la desigualdad de oportunidades.<br />
Un país adquiere un valor de modernidad<br />
y progreso en la medida en que puede<br />
satisfacer a las personas con discapacidad, para<br />
que ellas puedan cumplir sus deseos y que por<br />
ende, se supriman todas las cortapisas que se<br />
pueden encontrar socialmente.<br />
En España el deporte paralímpico está plagado<br />
de deportistas de élite. El deportista adaptado<br />
de alta competición entrena en los Centros<br />
de Alto Rendimiento Españoles, y convive con<br />
otros deportistas de alto nivel, fortaleciendo la<br />
situación de igualdad debida entre unos y otros.<br />
Este dinamismo, esa necesaria integración que<br />
tiene como fin erradicar focos de aislamiento en<br />
nuestro deporte es parte integrante de la Marca<br />
España. Este espíritu de solidaridad, y de respeto<br />
al valor y al coraje de otro deportista empieza<br />
desde la base, y en última instancia, permite<br />
implementar una mayor notoriedad del deporte<br />
adaptado. En la medida en que al deporte adaptado<br />
se le ha otorgado una mayor relevancia en<br />
nuestra sociedad se ha facilitado la sensibilización<br />
hacia un colectivo que en otras épocas no<br />
había recibido las mismas oportunidades y, por<br />
tanto, no sólo se ha apoyado al deporte como<br />
actividad física, sino que se ha consolidado una<br />
de las actividades más claras de lo que las empresas<br />
denominan como responsabilidad social<br />
corporativa. Desde la óptica de una marca comercial<br />
redistribuir parte de sus beneficios en<br />
favorecer la igualdad social deriva en una clara<br />
optimización de su imagen. Para que se haya<br />
producido un creciente desembarco de marcas<br />
comerciales en el deporte paralímpico, antes se<br />
tuvo que garantizar que estos deportistas puedan<br />
contar con facilidades muy sustantivas,<br />
especialmente para que se les reconocieran sus<br />
méritos en continuos actos promovidos por el<br />
Estado.<br />
Precisamente, en nuestro país estamos procurando<br />
que cada consecución del deporte paralímpico<br />
reciba una equitativa asignación de<br />
mérito. No se escatima en actos públicos para<br />
que el deporte paralímpico se encarame a una<br />
categoría justa. Y paulatinamente se van recogiendo<br />
los resultados a esta política de “revelación”<br />
de unos deportistas que han tendido<br />
a estar relegados. En la actualidad cada vez<br />
más marcas comerciales deciden apostar por<br />
el equipo paralímpico español. Múltiples convenios<br />
justifican que el deporte paralímpico<br />
español va saliendo a la superficie, después de<br />
haber estado históricamente en un segundo<br />
plano, incluso sin adquirir la la repercusión<br />
que sus fértiles éxitos merecían, especialmente<br />
tras los Juegos Olímpicos de Pekín, momento<br />
de consagración del deporte adaptado en<br />
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