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TESIS DOCTORAL - UNED

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Tercera parte:<br />

Análisis de las determinaciones espaciales y temporales<br />

Sin entrar en polémicas sobre si la dimensión temporal es más o menos<br />

determinante en el drama que en la novela, o viceversa, - polémica ya resuelta<br />

en Bobes Naves (1991: 217) – podemos reconocer con García Barrientos que la<br />

literatura en general, toma el tiempo como categoría fundamental. La primera<br />

consideración diferencial entre cualquier obra literaria escrita y el drama puesto<br />

en escena es que la primera carece, propiamente de temporalidad: es mensurable<br />

en términos de extensión y no de duración. Cualquier obra presupone un tiempo<br />

de escritura que se puede fechar y medir, a la vez que solicita uno o varios<br />

tiempo(s) de lectura, duración y datación variables. Uno y otro son tiempos<br />

efectivos, pero que se sitúan antes o después de la obra; ésta queda siempre<br />

fuera del tiempo. En contraste, en el espectáculo teatral existe un tiempo real: el<br />

de la ejecución de la representación. Como escribe García Barrientos (1991:<br />

128) el teatro cuenta con un tiempo representante real, mientras que el tiempo<br />

significante del relato no puede ser más que un “pseudos tiempo”, cuya<br />

temporalidad es la que se deriva metonímicamente, de su propia lectura.<br />

La segunda consideración que se destaca de los diferentes estudios del<br />

tiempo, tiene que ver con la extrema flexibilidad, y hasta la libertad de la<br />

literatura narrativa frente a la posibilidad muy limitada del drama, para<br />

representar el tiempo: el teatro es tan capaz, como el relato, de representar el<br />

tiempo; cuentan uno y otro con un tiempo ficticio representado; pero difieren<br />

sólo en el modo de representarlo: mientras la literatura cuenta sólo con las<br />

palabras para hacerlo, el teatro dispone, además del lenguaje verbal, del lenguaje<br />

no verbal. Lo que suele ocurrir, y lo subraya Genette (1972), es que la necesidad<br />

de comprimir la duración de la acción para acercarla lo más posible a la de la<br />

representación hace que la flexibilidad temporal del relato no (tenga) casi<br />

equivalente en la escena cuya característica esencial (la representación,<br />

justamente, en la que todo está, por definición en el presente) se acomoda mal<br />

con vueltas atrás y anticipaciones. El fundamento del distinto grado de libertad<br />

Pág 97

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