relacio museo-territorio e impleme tació didáctica: museo de la ...

Fase de documentación: fuentes documentales consultadas y primera elaboración de datos
“Levantarse ordeñar las vacas. En el tiempo de les castañes ir al monte, luego desayunar y a
la escuela”.
“Luego se recogía la cuadra. Había que ir al oscurecer por leña al monte”.
El porcentaje de población escolarizada hasta 1935, según las estadísticas que
refleja Antonio Viñao, permaneció estancado a lo largo del primer tercio del Siglo XX.
En 1908 estaría escolarizado el 58,4%, mientras que en 1935 la cifra sería del 56,6%.
Tal como indica el mismo autor, para evaluar y comprender el alcance de los niveles
medios de asistencia, el mejor método es recurrir a testimonios de primera mano. Uno
de nuestros informantes relata lo siguiente:
”Había semanas que no venía toda la semana a clase, quedaba cuando había que ayudar a los
padres a llindar 160 les vaques. Salíamos por la mañana y volvíamos con el ganado, como no
llevabas reloj, cuando llega la sombra... reloj no había ninguno en casa, era por el sol”.
Desde muy pequeño el niño, acompañando a sus padres, se inicia paulatinamente
en varias tareas. Está presente en la recogida de la manzana, las labores de la hierba, la
esfollaza 161 del maíz, la siembra y recogida de las patatas, así como en otras labores
estacionales habituales. La recogida del lino, constituye un trabajo muy laborioso y
también tiene como protagonista al niño, el cual está presente en el momento de la
recolección y cuando hay que dar flexibilidad por medio de piedras o mazos después del
secado. En las labores de siembra, las fuentes orales consultadas, refieren siempre la
frase: “andar delante”, queriendo explicar con ello que conducían la pareja de bueyes
que arrastraba el arado. Los niños eran requeridos también para “apañar” o recoger la
cosecha y también para “echar en el riego” o sembrar. En el siguiente testimonio 162 se
resumen trabajos habituales para el niño, acompañados de la descripción de la ropa y
calzado que solían portar:
“La mitad de las veces faltábamos porque había que llindar les vaques. Lavar la cola a
les vaques, ir a por leña, por agua en la cabeza… había mucho que traballar de guajes.
Íbamos todos haciendo xareu: (madreñas, alpargates, sacu capiellu)”.
Los cuidados del ganado, una vez estabulado, también era una tarea que le
correspondía al niño, así como llevar las vacas a bebederos públicos, ordeñar y algunas
veces distribuir la leche, si había excedente para la venta. Desde muy pequeños, los
niños, se inician en la economía doméstica y en temas de labranza, ya que éstos eran
160 Llindar les vaques consistía en llevar las vacas a un prado y pastorearlas hasta la recogida de estas en
el establo.
161 La esfollaza consiste en quitar las hojas a la mazorca de maíz. En Asturias esta tarea agrícola
constituye una ocasión para reunirse en torno al trabajo, que también tiene una vertiente lúdica donde
impera la colaboración vecinal.
162 Testimonio aportado por Vida Flor Bastián.
158