CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
TOMO I:173<br />
el mercado mediante la producción de artesanías y la acogida de turistas.<br />
Los bajos precios — a veces contrabalanceados por la venta directa al<br />
turista visitante — no constituyen un factor limitante, a pesar de las<br />
frustraciones subjetivamente percibidas. Éstas, en el contexto de escasez<br />
aguda de liquidez, no han logrado desanimar a las artesanas, como en<br />
los casos antes mencionados de los productores de arroz, yute y maíz. El<br />
mercado artesanal sigue siendo una oportunidad para los pobladores del<br />
Ampiyacu, y es posible asumir que lo sea también en el Bajo Ucayali a<br />
condición que éste se amplíe por visitas turísticas más numerosas y más<br />
frecuentes.<br />
La respuesta positiva a esta nueva oportunidad que empezó a ofrecerse<br />
a las comunidades del Ampiyacu a finales de los años 1970 y que desde<br />
entonces iba aumentando significa un cambio en varios aspectos del<br />
universo socio-cultural cotidiano que es importante analizar si queremos<br />
comprender la flexibilidad de las sociedades y culturas bosquesinas.<br />
En el nivel técnico ocurrieron varias innovaciones que significan<br />
una adaptación indígena a la demanda del mercado. Se han aprendido<br />
nuevos tejidos de chambira, en parte de los vecinos Yagua, en parte de la<br />
ciudad, y se fabrican nuevos productos que los Huitoto, Bora y Ocaina<br />
tradicionalmente no conocían: jicras, mochilas, carteras, cinturas,<br />
brazaletes, collares, máscaras decorativas, animales de madera y de pate,<br />
etc. El material usado lo es tradicionalmente: chambira, llanchama, greda,<br />
madera de balsa, pates, plumas, semillas, pero la forma de los productos<br />
es mayormente nueva, lo que exigió el aprendizaje de nuevos elementos<br />
técnicos: huequear semillas duras, nuevos nudos de tejido, pinturas de<br />
animales y escenas “típicas” sobre llanchama (en parte con colorantes<br />
naturales, en parte con acrílicos), y hasta el uso del torno de cerámica.<br />
Algunos productos de la cultura indígena tradicional han logrado salida<br />
al mercado: hamacas (pero del tipo “yagua”), pucunas (pero en forma<br />
miniatura para que quepan en la maleta del turista) y cernidores (pero de<br />
tamaño reducido). Otros son inventos modernos realizados con técnicas<br />
tradicionales y que imitan la moda mestiza: chalecos y faldas de llachama.<br />
Algunas artesanías tradicionales han desaparecido en este proceso de<br />
comercialización: la braceras y pierneras de chambira, las hamacas de tipo<br />
huitoto, bora y ocaina, las flautas, silbatos y ocarinas y la gran variedad de<br />
canastos que, sin embargo, pero con menor diversidad, se sigue tejiendo<br />
para el uso doméstico.<br />
Se observa entonces un proceso innovador, imitativo y diversificador<br />
— un proceso creativo — motivado por la demanda turística que logró<br />
abrir un nuevo campo de ingresos monetarios regulares, que no satisface