CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
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TOMO I:40 • <strong>SOCIEDAD</strong> <strong>BOSQUESINA</strong><br />
o la mujer (nuera) que usa estos términos. En la sociedad urbana, esta<br />
relación, por ejemplo, no tiene las mismas implicaciones económicas que<br />
en las sociedades indígenas amazónicas, y entre las mismas sociedades<br />
amazónicas, los derechos y las obligaciones que tiene un yerno con su<br />
suegro o su suegra no son los mismos de un pueblo indígena a otro.<br />
Para sólo mencionar un ejemplo resaltante, en el pueblo<br />
shipibo, el yerno no debe dirigir su palabra directamente a<br />
la suegra. Si quiere decirle algo, tiene que decir a su esposa:<br />
“Dile a ella (la suegra)….” Esta regla de conducta no se ha<br />
observado en otros pueblos indígenas amazónicos, y, según<br />
indicios observados, no es aplicada consecuentemente en la<br />
sociedad shipibo de hoy.<br />
En los pueblos awajún, wampis y achuar, que hablan<br />
lenguas de la familia lingüística jívaro, el yerno, cuando<br />
acaba de casarse, debe colaborar con su suegro durante varios<br />
años, y, si es buen cazador y pescador, trayendo regularmente<br />
mitayo a su suegro, y capaz de tumbar chacras grandes,<br />
puede pretender a que su suegro le entregue otra hija que sea<br />
su segunda esposa.<br />
Sin embargo, en todas las sociedades indígenas, las conductas entre<br />
yerno y suegro o suegra siguen reglas que todo hombre que se casa está<br />
supuesto de respetar. Por eso, decimos que en cada sociedad indígena<br />
la relación entre un hombre y su suegro o suegra tiene sus propios<br />
valores sociales, que podemos descubrir cuando, conviviendo en una<br />
comunidad, observamos las conductas que adopta el yerno frente a su<br />
suegro o suegra.<br />
Hemos tomado la relación entre yerno y suegro o suegra como un<br />
ejemplo de una relación social. Pero todas las relaciones entre personas<br />
se pueden examinar desde este punto de vista, definiendo el nombre de<br />
la relación y observando las conductas entre las personas así relacionadas<br />
para descubrir los valores de la relación.<br />
Los valores reales de una relación son, desde luego, el conjunto de las<br />
conductas de las personas implicadas en la relación. Pero, si observamos<br />
un gran número de personas, es probable que sus conductas no sean<br />
exactamente las mismas, sino que hay variaciones. Los valores reales,<br />
entonces, son flexibles, las más frecuentes representando los valores reales<br />
predominantes, y las más escasas, las más marginales.