CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
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TOMO I:201<br />
(1) En la medida en que el propiciador del incentivo (el Estado, una<br />
ONG) se dirige a un interlocutor (el bosquesino) con el objetivo de que<br />
éste actúe en un sentido deseado por el primero (conservación y manejo),<br />
cambiando eventualmente sus actividades habituales o ampliándolas, el<br />
método de este acercamiento al interlocutor ya es parte del incentivo,<br />
pues, si el propósito falla en este paso, el incentivo no es acogido y queda<br />
sin efecto. El incentivo, desde luego, debe contemplar el método de “cómo<br />
hacer hacer”. Eso implica tomar en cuenta las condiciones socio-culturales<br />
objetivas en que se fundamentan los factores subjetivos. El promotor,<br />
desde luego, debe tener conciencia de la relación social (y de los valores<br />
sociales implícitos en ella) que él está estableciendo con los comuneros<br />
bosquesinos en el marco de la relación global de dominación/sumisión<br />
entre sociedad urbana, neo-liberal y capitalista (de la que él es miembro)<br />
y sociedad bosquesina (donde se sitúan sus interlocutores). Todo proyecto<br />
en el medio rural amazónico, desde luego, es “intersocietal” (término<br />
más adecuado que “intercultural”) por interactuar en ello miembros<br />
arraigados en dos tipos de sociedad diferentes pero relacionados entre<br />
ellos de manera “desigual”, asimétrica (por la dominación/sumisión).<br />
Las actividades que desarrollará el promotor en este contexto – explicar,<br />
dialogar, demostrar, interactuar, convivir, reciprocar con generosidad,<br />
inter-aprender – deberán, entonces, apuntar a instaurar relaciones de<br />
confianza fundamentadas en el cumplimiento progresivo y continuo de<br />
la palabra que crea “hechos experimentados” que se quedan grabados en<br />
la memoria de ambos actores y que forman, progresivamente, su acervo<br />
“histórico”, concreto y común, que es la base factual de la confianza<br />
mutua (ver al respecto: Gasché 2002a).<br />
(2) En la medida en que el propiciador del incentivo quiere lograr que<br />
el bosquesino adopte las actividades deseadas y las practique de manera<br />
durable, el incentivo debe contribuir a la motivación del bosquesino y,<br />
en un sentido más amplio, apoyarse sobre su lógica de vida subjetiva.<br />
La motivación se logra respondiendo a aspiraciones muy concretas y<br />
materiales capaces de comprometer el sujeto con una actividad. Por eso,<br />
el incentivo debe tener un contenido, que también se puede considerar<br />
como su medio de actuar sobre las motivaciones bosquesinas. El contenido<br />
define “con qué el bosquesino estará motivado para reciprocar haciendo<br />
lo que entre ambos se ha convenido” (el compromiso mutuo). El valor<br />
social bosquesino “reciprocidad” es un componente fundamental de la<br />
motivación bosquesina y, desde luego, exige que los promotores tengan<br />
una hipótesis claramente formulada sobre un balance con equidad entre<br />
el aporte del proyecto y el aporte esperado del bosquesino. El contenido