CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
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TOMO I:235<br />
el resultado de la actividad combinada de varias unidades domésticas,<br />
es necesario evocarla y designar sus causas en un evento comunal, en<br />
el cual un conjunto de actores se reconoce responsable de la situación<br />
y, como tal, toma un acuerdo para cambiar sus modos de extracción.<br />
En este punto, la libertad e independencia de cada unidad doméstica se<br />
manifiesta a menudo de una manera que podemos llamar “anárquica”.<br />
Un ejemplo: En muchas comunidades la escasez de frutales silvestres en<br />
las cercanías ha llevado a los comuneros a recomendar entre ellos de no<br />
tumbar los árboles cuando cosechan, sino de subir al árbol para recoger<br />
los frutos o cortar el racimo. A pesar de este pensamiento compartido,<br />
en un caso concreto, un comunero trozará una palmera “ungurahui” con<br />
la excusa: “si yo no lo hago, otro comunero lo hará” (observación hecha<br />
en una comunidad del Bajo Nanay). Esta actitud se fundamenta en la<br />
preferencia por el menor esfuerzo y en la falta de validez de acuerdos<br />
verbales a nivel comunal frente al ejercicio de la libertad. Por esta razón,<br />
el promotor hará bien, a la vez, de fomentar la conciencia personal y<br />
colectiva alimentándola con los argumentos recogidos en las unidades<br />
domésticas y de no fiarse demasiado en los acuerdos verbales. Socializar<br />
el discurso de manejo, con todo lo que implica en el campo del hacer y<br />
no hacer, es un avance, pero insuficiente, pues — como en nuestra propia<br />
sociedad — muchas personas no actúan conforme a su discurso.<br />
Pensamos que iniciativas de reforestación y enriquecimiento de<br />
purmas se producirán con mayor facilidad que la abstención de explotar<br />
los recursos forestales existentes. Las primeras obedecerán a fines<br />
individuales, mientras que la segunda implica renunciar a un beneficio<br />
individual, o por lo menos a su acceso más cómodo.<br />
El mapa de manejo implícito, fuera de documentar ante el comunero<br />
y el promotor, el impacto sobre el bosque de las actividades bosquesinas<br />
y alimentar la conciencia de la escasez con hechos sistematizados que<br />
ilustran la situación actual y sus causas, sirve, además, de referente para<br />
reflexionar sobre alternativas a los modos actuales de explotación del<br />
medio. 33 Esta reflexión, sin embargo, no tendrá la suerte de desembocar<br />
sobre las actividades alternativas consecuentes si el comunero no descubre<br />
su libertad y no se identifica con su capacidad de cambiar sus actividades<br />
rutinarias.<br />
Con la palabra “libertad” no queremos evocar una realidad sicológica<br />
personal, abstracta (una clase de sensación o estado de conciencia) y<br />
33 Es posible que el mapa de manejo implícito no enseñe al bosquesino nada que no sepa y sólo represente<br />
los conocimientos y apreciaciones de su medio de una nueva forma. La ventaja de esta nueva forma es que el<br />
conocimiento bosquesino, de esta manera, puede ser compartido con el promotor.