CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
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La forma del incentivo “concientización”<br />
TOMO I:245<br />
La forma del incentivo es — como arriba lo vimos — la forma cultural<br />
de las actividades de conservación y manejo promovidas tal como resulta<br />
del interaprendizaje intercultural entre promotor y bosquesino. La forma,<br />
desde luego, resulta de un proceso. Entendido de esta manera, la forma<br />
del incentivo “concientización” no difiere ni de la forma del incentivo<br />
“recompensa”, ni de sus exigencias en el proceso de incentivación, como<br />
las expusimos en el párrafo correspondiente del acápite sobre incentivos<br />
mediante recompensa. No las repetiremos aquí.<br />
Pero, como el incentivo que ahora estamos tratando, no cuenta con<br />
la eficiencia de un estímulo material que corresponde a expectativas y<br />
valores bosquesinos generales, el promotor de la concientización, para<br />
que ésta sea efectiva, debe contemplar las actividades promovidas en su<br />
ámbito “total”: social, cultural, lingüístico y ambiental. Con tal visión<br />
totalizante puede revalorar las experiencias y las condiciones y lógica de<br />
vida bosquesinas y crear una nueva fuente de satisfacción. Ésta consiste<br />
en la superación de los valores dominantes que desprecian hasta ahora las<br />
condiciones y lógica de vida bosquesinas, en la afirmación consciente de<br />
estas condiciones y lógica de vida y en su proyección al futuro en el marco<br />
de una capacidad de acción ampliada, a la vez, por la libertad adquirida<br />
y los complementos técnicos y cognoscitivos alternativos presentados por<br />
el promotor.<br />
La revaloración no es el resultado de un simple discurso aprobatorio<br />
de las técnicas bosquesinas, sino el de la articulación en la práctica de<br />
los elementos técnicos y cognoscitivos bosquesinos – particularmente los<br />
que se refieren a la horticultura – con los elementos profesionales del<br />
promotor. La validez del conocimiento bosquesino aparece en los hechos,<br />
cuando con ello se formula y realiza la propuesta de manejo y se construye<br />
sobre ello una modelo de manejo mejorado con los aportes profesionales.<br />
Con eso descalificamos decididamente los procesos formativos que<br />
apuntan a sustituir el conocimiento profesional al conocimiento y la<br />
experiencia bosquesinos.<br />
Formular una propuesta de manejo de índole intercultural significa<br />
que el promotor y el bosquesino han llegado a hablar y entender un<br />
lenguaje común que integre las nociones y lógicas básicas de ambos<br />
interlocutores, y eso sólo puede ser el resultado del interaprendizaje<br />
que combina las palabras con su verificación en la acción. El sentido<br />
de una palabra que importa en un “proyecto” común no es él que<br />
espontáneamente asociamos con un término (el sentido lexical), sino él<br />
que nuestro interlocutor bosquesino demuestra por su acción: el sentido