CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
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TOMO I:237<br />
hacen más eficientes las actividades de manejo. Las modificaciones e<br />
innovaciones en las técnicas bosquesinas deben ser comprendidas por<br />
el bosquesino e integradas en su universo cognoscitivo de las relaciones<br />
entre él y la naturaleza, y no ser simples recetas, instrucciones u órdenes<br />
por ejecutar. Por la necesidad de este aprendizaje y evaluación cuidadosa,<br />
el promotor podrá sugerir mejoras e innovaciones no al inicio sino recién<br />
en el transcurso del proceso dialógico de interaprendizaje.<br />
Delante bosquesinos que hasta la fecha no han tomado ninguna<br />
iniciativa para remediar a la escasez de sus recursos, el campo de libertad<br />
para que puedan escoger se alimenta, en primer instancia, de alternativas<br />
técnicas ya adoptadas en la zona por ser las más adaptadas al universo<br />
cognoscitivo y técnico local. Éstas, además, pueden ser visitadas por<br />
las personas interesadas y comentadas por sus autores, con lo que sus<br />
representaciones se llenan de la experiencia vivida. En comunidades donde<br />
no existen tales antecedentes, las alternativas, que, como posibilidades<br />
reales, constituyen el campo de la libertad, son, al inicio del proceso,<br />
sólo el producto imaginario del discurso del promotor y del diálogo<br />
con el bosquesino. Se dirá qué se puede hacer — cuidando que ese<br />
“poder” corresponda a las facultades técnicas y cognoscitivas bosquesinas<br />
—, pero las palabras no tendrán el sustento experimental que les daría<br />
mayor valor de realidad. Las propuestas de manejo no tienen referente<br />
visible, objetivamente conocible; son “constructos” de la palabra en la<br />
imaginación, aun que in abstracto factibles. El paso ciertamente difícil en<br />
esta situación es él que lleva de la pura representación de las actividades<br />
alternativas de manejo a su realización, ya que no se puede apoyar sobre<br />
un ejemplo. Con eso no pretendemos que el paso sea imposible, pues en<br />
ciertas zonas se ha dado, precisamente, sin ejemplos.<br />
Recordamos también que, en varias zonas de Loreto, el Ministerio<br />
de Agricultura fomentó, en los años 90, proyectos de reforestación en los<br />
cuales mostró a los comuneros cómo se hace la reforestación, de manera<br />
que pueden existir recuerdos de estas técnicas en ciertos comuneros. Como<br />
tantos otros proyectos de desarrollo, los de reforestación tampoco no<br />
tuvieron la durabilidad esperada, pues los comuneros no se preocuparon<br />
por el mantenimiento de las plantaciones.<br />
La apreciación subjetiva y personal de la factibilidad, que proyecta<br />
un modelo de acciones y operaciones conocidas y escogidas sobre un<br />
terreno seleccionado, es la condición para que este paso se de. De esta<br />
condición, el promotor debe inspirarse para reforzar la comprensión de<br />
la factibilidad de las alternativas en sus interlocutores. Para eso puede<br />
acompañar a los bosquesinos a sus chacras y purmas, examinar sitios en