CIES SOCIEDAD BOSQUESINA - digeibir
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TOMO I:64 • <strong>SOCIEDAD</strong> <strong>BOSQUESINA</strong><br />
no tuvieran otras cosas que hacer, como si no tuvieran compromisos, ni<br />
sus propias previsiones laborales. En esta ignorancia de las motivaciones<br />
bosquesinas arraigadas en sus relaciones sociales de solidaridad distributiva,<br />
laboral y ceremonial y en sus previsiones en función de su calendario<br />
climático y hortícola reside un primer malentendido que hace aparecer<br />
al promotor o al ingeniero como un “mandón”, como alguien que quiere<br />
imponer su voluntad. Los promotores sociales de las compañías petroleras<br />
son generalmente de este tipo, pues ellos están convencidos de saber lo<br />
que es “bueno” para los comuneros, sin jamás haberse interesado en los<br />
valores sociales propios de los bosquesinos que acabamos de enunciar. Esta<br />
clase de personaje es valorado negativamente en la sociedad bosquesina,<br />
como veremos más adelante. Reconocer a una comunidad como un<br />
ejemplo específico del tipo genérico de la sociedad bosquesina, incitaría<br />
a los promotores o ingenieros a tomar, primero, conocimiento de las<br />
motivaciones bosquesinas, que sustentan sus actividades diarias y que se<br />
arraigan en sus valores sociales y ritmos diarios y estacionales de trabajo,<br />
haciendo que el bosquesino nunca es ocioso, sino siempre ocupado, y<br />
a tratar de combinar sus propuestas con estas actividades cotidianas,<br />
socialmente organizadas y variables a lo largo del año, que están llenando<br />
plenamente el tiempo vivido por el bosquesino.<br />
La sociedad urbana<br />
En la sociedad urbana, el tiempo de vida se divide grosso modo entre<br />
trabajo y ocio. El primero es especializado y se desarrolla en un marco<br />
meramente formal en horarios preestablecidos y ubicado en determinados<br />
lugares laborales; mientras que el ocio se vive en el medio familiar y vecinal<br />
y tiene la función de restablecer la fuerza de trabajo para los períodos<br />
laborales y de reproducir nuevas fuerzas de trabajo (cuidado y educación<br />
de los hijos).<br />
Existe un doble criterio de división de trabajo: la especialización<br />
profesional asigna a cada persona su marco estrecho y específico de tareas,<br />
las que se complementan funcionalmente dentro del complejo técnicoindustrial<br />
y administrativo de la sociedad global. Al mismo tiempo, las<br />
tareas laborales se asumen en gran medida en función del sexo, aunque<br />
este criterio tiende a borrarse en la medida en que hombres y mujeres<br />
cada vez más se ocupan en las mismas tareas, sobre todo en el sector<br />
terciario que se encuentra en expansión.<br />
El universo laboral de la ciudad es parte del universo técnicoindustrial<br />
animado por una economía de mercado, y, desde luego, su<br />
funcionamiento obedece a criterios de racionalidad que son propios