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EL MÁRTIR DEL GÓLGOTA 79<br />

cinta; y aunque no se han atrevido á darle la enhorabuena, se regocijan<br />

en su interior, y piensan propagar la nueva por el pueblo.<br />

<strong>Mi</strong>entras tanto, José trabaja en su reducida tienda.<br />

El noble y honrado patriarca nada sabe, porque sus ojos son<br />

ciegos á la malicia, y respeta á su esposa como á una virgen de Sion.<br />

Pero los dias pasan, y el estado de la Virgen se hace más visible.<br />

Entonces José no da crédito á sus ojos : una tristeza, una melancolía<br />

inexplicables, se apoderan de su corazón.<br />

El sueño no desciende sobre sus párpados; hondos suspiros se<br />

escapan de su pecho, y la duda comienza á extender su matador<br />

veneno por su alma recta y sencilla.<br />

Una mañana, con el hacha al hombro, se encamina al Carmelo.<br />

Las profundas arrugas de su frente venerable se hallan cargadas<br />

de negros presentimientos.<br />

Débil el cuerpo, preocupada la imaginación, se sienta ala sombra<br />

de un frondoso sauce, olvidándose del motivo que allí le conduce<br />

— ¿ Será verdad lo que mis ojos han visto? — se dice á sí mismo.<br />

— María, la inmaculada virgen, la esposa casta, la mujer de sencillo<br />

y recto .corazón, ¿cómo es posible que haya olvidado sus deberes?<br />

¿ Cómo creer que haya burlado así la buena fe del hombre que<br />

como padre cariñoso la ha admitido en su casa, respetando sus<br />

deseos? ¿ Cómo creer que María deshonre las canas que pueblan mi<br />

cabeza anciana? ¡ Oh! No, no; eso no es posible.<br />

Entonces José, suspendiendo su soliloquio, derramando abundantes<br />

lágrimas, permanece mudo y silencioso por algunos instantes.<br />

— Ella ha sido reconocida preñada^, — vuelve á murmurar el Patriarca<br />

: — todo Nazareth lo sabe; mis parientes han llegado á la<br />

puerta de mi casa á felicitarme, y sus palabras de regocijo y alegría<br />

han sido saetas que se han clavado en mi corazón, porque ellos<br />

ignoran el casto lazo que nos une. ¿Qué hacer, Dios de Siou?...<br />

¿Viviré bajo el mismo techo de una mujer adúltera? ¿Me cubriré de<br />

infamia faltando á la ley? ¿ Cerraré mis oídos á las palabras de Salomón,<br />

que nos ha dicho : El que tiene consigo una mujer adúltera es un<br />

loco, un insensato?<br />

\, Los Evangelios.<br />

I. ''^

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