12.05.2013 Views

vL Mi 1^1

vL Mi 1^1

vL Mi 1^1

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL MÁRTIR DEL GÓLGOTA 45<br />

nombre dará color á mis pálidas ideas; en Tí confío para llevar<br />

á cabo la penosa peregrinación que me he impuesto.<br />

jNazareth patria de una Virgen, cuna de un Dios, envuelto aún<br />

con los últimos crespones de la noche, duerme tranquilo á un extremo<br />

del pintoresco valle de Esdrelon.<br />

La suprema voluntad del Hacedor le ha colocado en el seno de<br />

dos colinas que, madres cariñosas, le estrechan con sus robustos<br />

brazos para librarle de las tormentas otoñales,<br />

¡Nazareth, azulada paloma de Oriente que formaste tu nido á la<br />

sombra del Hermon, para embriagarte con el perfume que te envían<br />

los floridos campos de Canaan, que fueron un tiempo el codiciado<br />

jardín de la tribu israelita de Zabulón!.,,<br />

¡Nazareth, modesta azucena de los valles, en cuyo cáliz depositó<br />

Dios la perla de Oriente, el grano de oro del Cristianismo!...<br />

Jerusalen, Séfora y Beyruth te miraron con desprecio porque se<br />

creían las reinas de Palestina, porque ignoraban que tú estabas<br />

destinado á ser el nido santo anunciado en las profecías, la fuente<br />

inagotable de la salud del alma, el esplendoroso sol de la fe y la<br />

esperanza.<br />

El rocío celeste cae sobre tus campos, Jehová te s aluda desde su<br />

trono de luz, y los ángeles cantan el himno de bienvenida, porque<br />

las profecías van á cumplirse.<br />

Una niña, hermosa como la estrella de la mañana, acaba de<br />

respirar el primer soplo de vida, y de su pecho virginal se escapa<br />

un iicniído de dolor.<br />

Es el primero de un Ser que nace; de un Ser que viene al mundo<br />

á interceder eternamente por nosotros.<br />

Su cuna no se cubre con las ricas colchas de Egipto, ni se adorna<br />

con el oro de Persia.<br />

Sus pañales no se perfuman con la esencia del nardo, ni se en<br />

ciende mirra y aceite balsámico en los pebeteros de plata, como<br />

hacen los príncipes hebreos.<br />

Pobre y tosco lino cubre sus delicadas carnes; una cliwza la<br />

alberga, y humildes mujeres del pueblo rodean su cuna \ reciben<br />

su primera sonrisa.<br />

V sin endjargo, aquella débil criatura ha nacido (h-liuada á sella<br />

llci na de los cielos, la Madre de los ¡uigides, la f^sposa tic Dios.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!