12.05.2013 Views

vL Mi 1^1

vL Mi 1^1

vL Mi 1^1

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DEL GÓLGOTA 185<br />

» cuando vio desembocar de un oscuro barranco unos hombres<br />

» armados que le impedían el paso.<br />

» El que parecía ser jefe de esta tropa de bandidos se adelantó<br />

» del grupo hostil para reconocer á los viajeros.<br />

» El salteador, que buscaba sangre ú oro, lanzó una mirada de<br />

» asombro sobre el viejo sin armas, muy parecido á un patriarca de<br />

» los antiguos tiempos, y sobre aquella mujer encubierta con un<br />

» velo, que ocultaba á su pequeño Hijo entre los pliegues de su<br />

» manto.<br />

i) — Son pobres, — se dijo el bandido para sí, después de detener<br />

» su mirada algunos segundos sobre el santo grupo que tenía ante<br />

» los ojos, — y viajan de noche como unos fugitivos,...<br />

« Tal vez aquel bandido tenia un hijo en la cuna; tal vez la atmós-<br />

» fera de dulzura y misericordia que rodeaba á José y María obró<br />

» sobre aquella alma feroz, porque el terrible salteador bajó la<br />

» punta de su arma, y tendiertdo á José una mano amiga, le ofreció<br />

» hospedaje para la noche en su fortaleza, suspendida en el ángulo<br />

» de una roca como el nido de un ave de rapiña'.<br />

» Este ofrecimiento, hecho con franqueza, íué aceptado con una<br />

» santa confianza, y el techo del bandido fué en esta ocasión para la<br />

» Santa. Familia hospitalario como la tienda del árabe.<br />

» Al dia siguiente, hacíala mitad del dia, la Santa Familia aban-<br />

» donó la morada de los bandoleros y se encaminó hacia Egipto,<br />

» buscando los barrancos más solitarios, los bosques más de-<br />

» siertos. »<br />

Esta tradición, que según creemos fué San Anselmo el primero<br />

que la admitió, en nada afecta al dogma: por eso la hemos dado<br />

cabida en este libro.<br />

El reverendo padre Ludolfo de Sajonia y el abate Orsini la han<br />

1. El sitio donde la tradición local ha colocado esta escena, y en el que se ven<br />

todavía las ruinas de la fortaleza del bandido, continúa teniendo muy mala<br />

fama. Durante las Cruzadas, los francos, á quienes era familiar esta tradición,<br />

habían trasformado al jefe de bandidos en un señor feudal. « Es raro, sin embargo,<br />

"dice el P. Ñau con serenidad admirable, que un señor de marca se convierta<br />

en un ladrón de caminos reales. » Los cruzados entendían mejor la historia<br />

que el padre Ñau. Háse añadido á esta leyenda, que parece auténtica, un cuento<br />

que nosotros no garantizamos, pretendiendo que el bandido hospitalario era el<br />

Buen Ladi'on en persona. — {El abate OHSINI.)<br />

I. 13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!